domingo, 23 de noviembre de 2014

CANCIONES EN TIEMPO DE GUERRA V

HIMNO DE REGULARES


Soy soldado Regular
nacido en tierra española
orgulloso de servirla
con bravura y sin igual.
Formaré la vanguardia al luchar
y al morir marcharé sin temor
porque así me cubriré de honor
que es la gloria mayor a esperar.

Luchar, vencer y resistir
saber morir y padecer
tal consigna ha de tener
el que me quiera seguir.

A luchar y a sufrir
nadie nos podrá igualar
porque sabemos morir.
ES IMPOSIBLE SEGUIR AL SOLDADO REGULAR.
¡A LUCHAR, A VENCER , A MORIR!

Cuando me mandan luchar
soy ejemplo de leales
Soldado de Regulares
victorias a conquistar.

La bandera española ha de ser
defendida por mi al combatir,
su presencia nos hará vencer
si juramos por ella morir.

Con paz, justicia y con amor
la paz al mundo llevaré
porque en mi pecho está el valor
unido a Dios por la Fe

A luchar y a sufrir
nadie nos podrá igualar
porque sabemos morir.
ES IMPOSIBLE SEGUIR AL SOLDADO REGULAR.
¡ A LUCHAR, A VENCER, A MORIR!.




PUENTE DE LOS FRANCESES



Los cuatro generales,
los cuatro generales,
los cuatro generales,
mamita mía,
que se han alzado,
que se han alzado.

Para la nochebuena,
para la nochebuena,
para la nochebuena,
mamita mía,
serán ahorcados,
serán ahorcados.

Franco, Sanjurjo y Mola,
Franco, Sanjurjo y Mola,
Franco, Sanjurjo y Mola,
mamita mía,
y Queipo de Llano,
y Queipo de Llano.

Puente de los franceses,
puente de los franceses,
puente de los franceses,
mamita mía,
nadie te pasa,
nadie te pasa.

Porque los milicianos,
porque los milicianos,
porque los milicianos,
mamita mía,
qué bien te guardan,
qué bien te guardan.

Por la Casa de Campo,
por la Casa de Campo,
por la Casa de Campo,
mamita mía,
y el Manzanares,
y el Manzanares.

Quieren pasar los moros,
quieren pasar los moros,
quieren pasar los moros,
mamita mía,
no pasa nadie,
no pasa nadie.

Madrid, qué bien resistes,
Madrid, qué bien resistes,
Madrid, qué bien resistes,
mamita mía,
los bombardeos,
los bombardeos.

De las bombas se ríen,
de las bombas se ríen,
de las bombas se ríen,
mamita mía,
los madrileños.
los madrileños.

La casa de Velázquez,
la casa de Velázquez,
la casa de Velázquez,
mamita mía,
se cae ardiendo,
se cae ardiendo.

Con la quinta columna,
con la quinta columna,
con la quinta columna,
mamita mía,
metida dentro,
metida dentro.

Marchaos legionarios,
marchaos hitlerianos,
marchaos invasores,
mamita mía,
a vuestra tierra,
a vuestra tierra.

Porque el proletariado,
porque el proletariado,
porque el proletariado,
mamita mía,
ganó la guerra,
ganó la guerra.



HIMNO DE LA REPUBLICA (HIMNO DE RIEGO)


Serenos y alegres
valientes y osados
cantemos soldados
el himno a la lid.
De nuestros acentos
el orbe se admire
y en nosotros mire
los hijos del Cid.

Soldados la patria
nos llama a la lid,
juremos por ella
vencer o morir.

El mundo vio nunca
más noble osadia,
ni vió nunca un día
más grande el valor,
que aquel que, inflamados,
nos vimos del fuego
excitar a Riego
de Patria el amor.

Soldados la patria
nos llama a la lid,
juremos por ella
vencer o morir.

La trompa guerrera
sus ecos da al viento,
horror al sediento,
ya ruge el cañon
a Marte, sañudo,
la audacia provoca
y el ingenio invoca
de nuestra nación.

Soldados la patria
nos llama a la lid,
juremos por ella
vencer o morir.




lunes, 17 de noviembre de 2014

MEMORIA DE UN LUCHADOR



"Mi vida es la vida de un combatiente, de un revolucionario, de un comunista que siempre ha cumplido con su deber, teniendo la suerte de haber participado en sucesos que tuvieron una trascendental importancia para los destinos de la humanidad entera". Así se presenta Enrique Líster en su libro Memorias de un luchador, de 1977, en el que recuerda episodios como el que tiene lugar este mes de julio de 1938, cuando al mando del 5º Cuerpo de Ejército cruza el río Ebro en una de las últimas hazañas del bando republicano.

Enrique Líster Forján nace el 21 de abril de 1907 en una aldea gallega, Ameneiro, en la provincia de La Coruña. Es el tercer hijo de siete, en el seno de una familia muy humilde, de madre campesina y padre obrero. Siendo todavía un niño emigran a Cuba, donde trabaja en varias tiendas de comestibles, en fábricas de envases, en matanzas, como cantero... y a los 14 años ingresa en la Escuela Nocturna del Centro Gallego en la Habana. En 1924, todavía en Cuba, es nombrado delegado del sindicato de canteros del centro asturiano. Según sus palabras, "ése fue mi bautismo de fuego en la lucha sindical".

En 1927 ingresa en el Partido Comunista de Cuba, y un año más tarde, en el de España; regresa a Galicia a trabajar como cantero y a organizar el Partido y Sindicato de Oficios Varios de Teo-Amés. Desde su llegada a España y hasta que se marcha a la URSS en 1932 pasa la mayor parte del tiempo en prisión, en las cárceles de Padrón, Santiago y La Coruña.

En Moscú, hasta el 35, trabaja como barrendero en las obras del ferrocarril metropolitano, estudia en la Escuela Leninista, participa en un congreso de la Internacional Comunista e ingresa en la academia militar Frunze. Cuando vuelve a España, trabaja como obrero de la construcción, participa en la mayoría de los conflictos sociales y se encarga de dirigir la propaganda comunista en cuarteles y centros militares a través de la publicación Soldado rojo.

Cuando estalla la Guerra Civil, Líster es instructor de las MAOC (Milicias Antifascistas Obreras y Campesinas) y desde el primer día, se incorpora a las filas de las Milicias Populares, donde participa en los primeros combates contra los sublevados. El 19 de julio del 36 participa en asalto al cuartel de la Montaña en Madrid: «Las fuerzas fascistas eran muy superiores a las antifascistas, pues los mandos reaccionarios, al mismo tempo que habían dado permiso a los leales del régimen republicano, introdujeron en el cuartel al general Fanjul y a varias docenas de oficiales de reserva y de otras guarniciones a quienes la sublevación había cogido en Madrid, a unos 830 falangistas, requetés y otros reaccionarios, que fueron vestidos de soldados, y algunos guardias civiles: en total, unos 3500 hombres. Todo esto fue lo que se sublevó en el cuartel de la Montaña y lo que en 24 horas fue aplastado por las Milicias Populares, las fuerzas de orden público los y militares leales", relata Líster en Nuestra Guerra.

Cuatro días más tarde, el 23 de julio, Líster se traslada al cuartel en el que estaba el regimiento de Infantería de Wad-Ras n°1 para preparar un plan de acción. Pide que envíen a un dirigente conocido para que calme las tensiones -finalmente acudió Dolores Ibárruri- y mientras, consigue que algunos de los soldados se incorporen voluntariamente a la causa republicana. Su plan consiste formar una columna mixta para marchar a Guadarrama. Enrique Líster cuenta en Nuestra Guerra cómo se presentó en la sala donde estaban los partidarios de la sublevación, les explica la situación y les invita a que se definan. Una parte de ellos "aceptaron" unirse a la causa y los restantes fueron detenidos. En aquellos momentos llegaron al cuartel unos 100 hombres a los que armaron y se pusieron a idear el plan para formar la columna mixta de soldados y paisanos para marcharse a la sierra madrileña.

Líster fue designado responsable político de la columna y en la misma tarde del día 23 llegaban a Guadarrama: "Al llegar al atardecer del día 23, la camarada Dolores, el capitán Benito y yo nos presentamos al jefe del sector, coronel Morales Carrasco. Le informamos de las fuerzas que llevábamos y recabamos las órdenes pertinentes. Bastante despectivamente nos dijo que nos alojásemos a la fuerza en el pueblo hasta el día siguiente en el que se dispondría de nosotros. La camarada Dolores se indignó contra esa orden y el capitán Benito y yo le replicamos al coronel que militarmente esa orden era absurda, pues lo correcto era mover la fuerza de noche para sustraerla al fuego enemigo y poder atacar a éste al amanecer". Líster permanecerá en Guadarrama en el frente durante algún tiempo y llegará a ser ascendido a comandante por méritos de guerra.

Cuando se constituye el Quinto Regimiento, Líster se convierte en uno de sus principales organizadores, y es nombrado comandante jefe de la unidad a finales de septiembre de 1936. Todos sus recuerdos del Quinto Regimiento son halagos tanto a la organización como a los milicianos y al resto de personas que participaron en él. Desde ese momento, y hasta su desaparición en enero de 1937, el Quinto Regimiento enviará al frene a 70.000 hombres: comunistas, socialistas, republicanos, campesinos, obreros,empleados... "El Quinto Regimiento puso en marcha la organización de guerrilleros y todos los servicios de tipo militar en escala de ejército, (...) organizaba hospitales, buscaba medicinas, confeccionaba uniformes, calzado, fabricaba armas, municiones, establecía casas de reposo para los milicianos, abría guarderias y orfanatos...".

Líster desarrolla en el Quinto Regimiento una intensa labor militar e ideológica, inicia las Milicias de la Cultura, participa en muchos actos propagandísticos y culturales, y hace que en todos los servicios funcionen clases para analfabetos. "Las puertas del Quinto Regimiento estuvieron siempre abiertas de par en par para todos los antifascistas. A él pertenecieron escritores, artistas, poetas, periodistas. (...) Por aquellos días me di plenamente cuenta de la inmensa fuerza de la poesía para despertar en el hombre todo lo que hay de mejor en él". En Milicia Popular, el periódico de la brigada, escribió multitud de órdenes y consignas.

El 6 de noviembre comienza la defensa de Madrid, la leyenda del No pasarán. Líster es el encargado de defender la capital en primera línea con sus hombres desde Usera. Es el momento en el que el Gobierno se traslada para Valencia pensando que Madrid ya no tiene solución. Pero la ciudad resiste. Más tarde se le encarga contraatacar y su conquista del Cerro de Los Ángeles (en Getafe), por pequeña que fuera, es una de las primeras victorias de las tropas republicanas.

Líster es uno de los mayores partidarios de la militarización del Quinto Recimiento -junto a Modesto y Carlos Contreras- y que éste pase a integrar el nuevo Ejército Popular de la República. Su encendida intervención en un discurso el 27 de enero de 1937, en un acto que tuvo lugar en el cine Goya de Madrid, puso punto y final de modo oficial al Quinto Regimiento.

Enrique Líster es nombrado más tarde jefe de la 1ª Brigada Mixta y, posteriormente, de la 11ª División. Al frente de ésta se halla presente en todas las grandes batallas de la contienda, comenzando por el Jarama, Guadalajara o Brunete. Sus tropas siempre irán destinadas a primera línea de fuego, responsables de ejecutar las misiones más arriesgadas y complicadas, junto a las brigadas de el Campesino. Asimismo, por orden del Gobierno de Negrín, participa en el desmantelamiento de las colectivizaciones agrarias en Aragón, utilizando métodos, para muchos, demasiado expeditivos.

A finales del 37 se le encomienda la tarea, al frente de la 11ª División, de cercar Teruel. "El día 7 de diciembre, Rojo me llamó a su Estado Mayor y me comunicó que existía la decisión de llevar a cabo una ofensiva sobre Teruel; que dentro de tres o cuatro días ya me explicaría la cuestión con más detalles, pero que ya debía mover mis fuerzas hacia la región de Orrios-Alfambra-Escorihuela. Me dijo que con las divisiones 11ª y 25ª se formaría el 22° Cuerpo de Ejército, bajo el mando del teniente coronel Ibarrola".

Después de algunas desavenencias con Ibarrola sobre el plan de ataque a Teruel, en la medianoche del 14 al 15 de diciembre del 37 se pusieron en marcha, consiguieron rebasar San Blas y Concud, pero, según el propio Líster, en Teruel, "se cometieron errores como no destinar a la ofensiva más fuerzas o no hacer una distribución correcta de las fuerzas empleadas".

La Batalla del Ebro es, según Líster, uno de sus trabajos más intensos. Los meses anteriores al 25 de julio se dedicó exclusivamente a organizar un sistema de defensa del frente, a preparar a cada hombre, a recoger datos sobre sus enemigos y sus terrenos: "El profundo espíritu de solidaridad hacia los combatientes de Levante y el ardiente deseo de ir en su ayuda había sido creado en cientos de reuniones, conversaciones, mítines, periódicos...".

Sin embargo, la primera parte de la operación fracasó, según como explica Líster, porque "tal y como fue llevada a cabo esta operación no tenía ni pies ni cabeza. Del Barrio lanzó sus fuerzas de frente, contra unas posiciones magníficamente fortificadas y defendidas por un enemigo alerta, mientras hubiese podido operar al norte para coger de revés la defensa enemiga". A finales de julio, Líster quedó al mando del 5º Cuerpo de Ejército del Ebro, que sería el encargado de cruzar el río en el sector más importante, el central, con un ataque directo hacia Gandesa. Su objetivo ahora era un golpe en el frente catalán, obligar al enemigo a interrumpir su ofensiva en Valencia atrayéndole a Cataluña.

No relataremos aquí las acciones de la Batalla pero sí el modo de pensar de Líster sobre ésta años más tarde: "La operación ofensiva en el Ebro y la resistencia de más de tres meses y medio en la cabeza de puente nos permitieron tomar la iniciativa en nuestras manos y mantenerla desde que comenzaron las operaciones hasta que se dieron por terminadas. La ofensiva republicana en el Ebro mejoró grandemente la situación política y militar de la República y pudo haber sido sido un punto de partida para cambiar la marcha de la Guerra a nuestro favor, esto no sucedió así no es por culpa de la batalla ni de los que en el participamos". Antonio Machado le escribe un soneto a Líster, siendo jefe de los ejércitos del Ebro, en el que concluye diciendo: "Si mi pluma valiera tu pistola / de capitán, contentó moriría".

En los últimos compases de la Guera Civil, Líster es enviado a Cataluña; de su tiempo de batallas en esta zona cabe destacar estas palabras: "El pueblo catalán fue no sólo uno de los que con mayor decisión se enfrentaron a la sublevación en julio del 36, sino que fue asimismo uno de los que más dieron para la Guerra y de los que con mayor entusiasmo trabajaron para ganarla".

Ascendido a coronel por sus méritos de Guerra, para muchos combatiente republicanos fue uno de los jefes procedentes de milicias con más personalidad y que gozó de más prestigio y popularidad; en cambio, para otros, sus métodos eran excesivamente feroces. Durante toda la Guerra Civil mantuvo una competencia directa con Juan Modesto, otro comunista junto al que alcanzó la cúpula del Ejército repúblicano. Ambos eran hombres de confianza del jefe de Estado Mayor, el general Vicente Rojo y pasaron de ser simples milicianos a ser los dos hombres que dirigieron a más de 100.000 combantientes en la Batalla del Ebro.

Al finalizar la campaña de Cataluña vuelve a Madrid y de allí regresa a la URSS. En Moscú prosigue sus estudios militares y participa en la Segunda Guerra Mundial luchando en los campos de batalla con el grado de general soviético. En 1945 se marcha a Francia y allí participa en guerrillas y otras labores de su partido hasta que en 1951, perseguido por el Gobierno francés, huye a Praga.

Antiguo miembro del Partido Comuinsta de España, en 1970 es expulsado por sus diferencias con el sector carrillista. "Hasta 1970 fui miembro de la dirección del PCE y estos últimos años, del Partido Comunista Obrero Español, creado en 1973 para defender y aplicar, al servicio del pueblo español, los principios comunistas traicionados por el carrillismo", asegura en sus Memorias de un luchador. Después de la muerte de Franco vuelve a España, a Madrid, asume la jefatura del Partido Comunista Obrero Español y, en 1986, tras la salida de Santiago Carrillo, se reintegra en el Partido Comunista de España. Para los comunistas del sector menos carrillista, Enrique Líster fue el prototipo del revolucionario a la antigua usanza: disciplinado, rebelde, enérgico, y a la vez, noble y fiel.

Líster escribió en sus memorias, refiriéndose a la Guerra Civil española: "El heroísmo popular no se crea porque sí, sin ninguna causa objetiva que lo justifique; por el contrario, nace del convencimiento que tiene el pueblo de que la causa que defiende es justa, de que la guerra que se ve obligado a hacer es una guerra justa, liberadora, revolucionaria". Enrique Líster murió el 8 de diciembre de 1995 en Madrid.


LA DIVISION AZUL


Si existe una unidad militar famosa a nivel internacional en la Segunda Guerra Mundial, esa fue sin duda alguna la División Azul Española. Siendo neutral, España protagonizó una de las más brillantes gestas bélicas del conflicto. Los voluntarios españoles se comportaron de manera impecable en Rusia, tanto, que la División Azul se convertiría en un icono de la Historia de España y Universal.

El 22 de Junio de 1941, el Planeta Tierra se sorprendía ante una noticia que sacudió al mundo. El Eje encabezado por Alemania, Rumanía, Finlandia, Hungría, Italia, Croacia y Eslovaquia, invadían a la Unión Soviética de Iósif Stalin atacando su frontera desde el Ártico hasta el Mar Negro en un frente de 2.000 kilómetros. Aquella misma mañana en Madrid, el Ministro de Asuntos Exteriores español, Ramón Serrano Súñer, propuso al Jefe del Estado y Caudillo, Francisco Franco, la intervención militar de España con la creación de una división de voluntarios que marchara a combatir a la URSS. Para el mediodía ya Franco había dado autorizacion y a los pocos minutos se comunicó al líder alemán, Adolf Hitler, el envío de una división a su causa. Con esta respuesta España oficialmente entraba en una guerra particular no declarada con la URSS y se unía al Eje en la Operación Barbarroja desde ese primer día.

Tuvieron que debatirse las condiciones para levantar la división. Serrano Súñer como miembro de la Falange FET-JONS, quería una unidad exclusivamente de falangistas, pues ellos eran el sector exclusivamente fascista de España, lo cual significaba que si se producía la victoria del Eje en Europa, el falangismo sería la ideología dominante en la Península Ibérica. Por otro lado el sector monárquico de la Casa Borbón, encabezado por el general José Enrique Varela, prefería una unidad formada por militares del Ejército Español y no falangistas. Para contentar a unos y a otros, Franco decidió que la división fuera con tropa falangista y con mandos militares de las fuerzas armadas. En el nombre tampoco hubo consenso, pues los monárquicos querían que se llamase División de Voluntarios Españoles (DEV), pero al final se dió la razón a los falangistas con la denominación de División Azul en honor a las camisas azules del partido.

Dos días después de comenzada la Operación Barbarroja, el 24 de Junio de 1941, España estalló en una oleada de patriotismo y júbilo. Una multitudinaria manifestación antisoviética recorrió las calles de Madrid hasta detenerse frente a la Secretaría General de Falange, lugar desde el que Serrano Súñer lanzó un discurso y la famosa proclama de <<¡Rusia es culpable!>>. De esta manera se responsabilizó a la URSS de la Guerra Civil Española entre 1936-1939, de las matanzas en las chekas durante este conflicto como Paracuellos o Aravaca y la muerte del fundador de Falange, José Antonio Primo de Rivera. Ese día muchas otras ciudades tuvieron manifestaciones protagonizadas por millares de ciudadanos que pedían venganza: Barcelona, Bilbao, Valencia, Toledo, Sevilla, Mallorca… Lo más curioso es que países que sí estaban en guerra contra la URSS como Finlandia, Rumanía, Italia, Hungría o la propia Alemania, no lo celebraron en las calles, siendo España la nación que se reservó este lujo. Se llegaron hasta lanzar piedras a la embajada de Reino Unido en Madrid. Hasta ese momento en la Historia de España del siglo XX, los ciudadanos no habían acogido una guerra con entusiasmo y siempre habían tenido lugar motines o protestas pacifistas como en el caso de las campañas coloniales en Africa o después de la Segunda Guerra Mundial con la presencia española en la Guerra de los Balcanes o la Primera Guerra del Golfo Pérsico. Sin embargo, fue la aventura de la División Azul la única ocasion de ese siglo en que España se lanzó con emoción a dicha gesta bélica acompañada por explosiones de ciudadanas a favor.

Desde el mismo día 26 de Junio, la Vicesecretaría de Educación Popular de Falange abrió sus sedes para que los falangistas se alistaran en la División Azul por toda España, al mismo tiempo que el Ejército Español mandaba directrices a las diferentes regiones militares para reclutar profesionales. Finalmente con toda la gran cantidad de voluntarios, contando los millares que fueron rechazados por Alemania, hubieran bastado para hacer hasta 10 divisiones. Lo cierto es que no era la primera vez que esto se hacía en España, ya en la Guerra de Independencia Española (1808-1813), voluntarios españoles “afrancesados” se habían alistado en el Ejército Francés del Rey José Bonaparte que gobernaba la Península Ibérica y habían marchado a combatir a Rusia por el ideal de la Revolución Francesa. El perfil de los voluntarios se repartió de la siguiente manera:

-Falange: Los falangistas fueron el sector mayoritario de la División Azul, ya que ellos eran el único sector fascista de la España Nacional que se identificaba con la Alemania Nacionalsocialista o la Italia de Benito Mussolini. A penas tuvo participación la Vieja Guardia formada por falangistas de antes de la Guerra Civil, ya que la mayoría habían muerto o al haber ya luchado contra el comunismo consideraban saldada tal deuda. Un total del 60% de los efectivos de la División Azul eran falangistas, es decir, los más numerosos.

-Militares: Fue importante el alistamiento de militares profesionales del Ejército Español y de los mandos, los cuales dirigirían la División Azul al completo. Sin embargo no faltaron los generales como Alfredo Kindelán que aseguraron que sus tropas al cien por cien querían ir voluntarias sin ni siquiera habérselo preguntado, algo falso pues en comparación con las numerosas organizaciones civiles los militares fueron pocos. A pesar de todo 15.000 militares se presentaron, de los que serían aceptados 8.000 de ellos, es decir, lo equivalente a un 40%. Uno de los motivos principales de los militares era hacer carrera en el Ejército Alemán, la Wehrmacht, por aquel entonces el más poderoso, moderno y más prestigioso ejército del mundo.

-Monárquicos de la Casa Borbón: De ideología monárquica autoritaria para entronizar al Príncipe Alfonso de Borbón, numerosos fueron los realistas que quisieron luchar contra el comunismo, ideología definida como republicana.

-Carlistas: Monárquicos del signo contrario dirigidos por Manuel Fal Conde que pretendían entronizar a Francisco Javier de Parma, decidieron ir a Rusia a luchar por las mismas razones que los borbónicos. La mayoría eran de las regiones de Navarra y País Vasco.

-Milicia: Banderas de Falange como se conocía a la Milicia en la Guerra Civil Española, esta unidad paramilitar falangista independiente del Estado aportó cuantiosos voluntarios.

-Frente de Juventudes: Organización civil que encuadraba a la juventud española, fue un reguero de voluntarios, entre ellos su líder Enrique Sotomayor.

-Sindicato de Estudiantes (SEU): Eran sindicalistas de Falange en las distintas universidades españolas que emociandos ante la perspectiva de una cruzada bolchevique se enrolaron hacia Rusia.

-Acción Católica: A través del Vaticano, la organización Acción Católica que englobaba en España a todos los religiosos cristianos católicos, promovió la lucha contra el mismo ateísmo soviético que había quemado iglesias en España, mensaje que captó gran cantidad de voluntarios.

-Ex-prisioneros: Muchos fueron los presos que por causas geográficas en la Guerra Civil habían sido metidos en la cárcel por los comunistas, por lo que iniciado el conflicto en Rusia tenían la oportunidad de vengarse.

-Izquierdistas arrepentidos: Muchos eran los voluntarios de un marxismo moderado como Izquierda Republicana o Unión Republicana que habían sido perseguidos por los comunistas del Frente Popular en la Guerra Civil, los cuales, desengañados con su ideología se alistaron en la División Azul.

-Portugueses: Hasta 76 voluntarios de Portugal se encuadraron en la División Azul, la mayoría de las milicias “Viriatos” de la Guerra Civil, formando en su cuerpo la llamada Legión Verde.

-Rusos Blancos: Durante la Guerra Civil Rusa (1917-1924), muchos rusos del Ejército Blanco se exiliaron en Europa o España. Algunos de ellos nacionalizados españoles se enrolarían en la división como intérpretes entre los soldados y la población rusa.

-Hispano-germanos: Algunos españoles de origen alemán o alemanes nacidos en España se alistaron también en la División Azul para hacer de intérpretes entre germanos e hispanos.

-Otras causas: Aunque en menor grado hubo causas económicas en el alistamiento, aventureros, individuos que querían pasar desapercibidos ante un crimen por la justicia, enrolamiento espontáneo por la emoción de las manifestaciones, motivos personales como ruptura con la novia e incluso algún envalentonado se encuadró para que no le llamaran cobarde sus amigos.

Gran Bretaña y en especial su Primer Ministro Winston Churchill, le preocupó de sobremanera la creación de la División Azul, ya que veían en esa unidad una futura fuerza de invasión a Gibraltar. Como contramedida la Radio BBC lanzó en sus locuciones de español innumerables mentiras como que los alemanes iban a emplear a los españoles como carne de cañón. También se pagó en dólares secretos a más de 20 oficiales anglófilos del Ejército Español para que boicotearan la recluta de voluntarios. A pesar de todo estas medidas nunca funcionaron.

A los 20 días de producirse el ataque alemán a la URSS, ya se habían reclutado 19.000 voluntarios españoles. La concentración de tales contingentes se hizo por toda la geografía de España y también la colonia de Marruecos. El alistamiento fue estricto, pues se rechazaron en los exámenes médicos hasta 2.500 solicitudes. En ese plazo recibieron instrucción militar por parte del Ejército Español, en especial muchos falangistas que nunca habían combatido en una guerra como cuerpo profesional, ya que Falange en la Guerra Civil actuó como milicia. El sueldo pagado era el de 7,5 pesatas diarias. Agustín Muñoz Grandes, veterano de las guerras en Africa como Franco y superviviente de una cárcel republicana en el conflicto civil, fue el general designado para dirigir la División Azul.

Decir adiós a los voluntarios españoles de la División Azul se convirtió en una gran ceremonia a nivel nacional. Por todas las ciudades se organizaron homenajes y orquestas en honor a los voluntarios que hasta el embarque a los trenes fueron escoltados por familiares. La Estación de Atocha de Madrid recibió la manifestación más multitudinaria de miles de personas que se acercaron a saludar a los voluntarios.También la de Barcelona fue una de las más grandes despedidas. Si el recorrido de los trenes se hacía por varias estaciones, en cada una de estas les esperaban homenajes. Sin embargo todo fue diferente en la Francia Ocupada, ya que algunos franceses les abuchearon en el recorrido Hendaya-Burdeos-Tours-Nancy-Estrasburgo. Cuando llegaron a Alemania cientos eran las personas que los esperaban agredecidas al ver que unos extranjeros venían a ayudarles, en algunos carteles de las estaciones se podía leer: “El ejército alemán saluda a los voluntarios españoles”.

Varios grupos, hasta un total de 19 contingentes españoles, fueron llegando al Polígono Militar de Instrucción de Grafenwöhr entre el 17 y 23 de Julio de 1941 para recibir el último curso de adiestramiento militar antes de partir al frente. Bajo nombre de 250ª División Española de la Wehrmacht se integró a la División Azul en las Fuerzas Armadas Alemanas (Heer). El Cuartel General y la Plana Mayor se repartieron las tareas: información; operaciones; servicios; jefaturas de armas de artillería e ingenieros más servicios con sanidad, intendencia, municionamiento, veterinaria, justicia, intervención, automovisilmo y eclesiástico. En el ámbito de la infantería se levantaron los 262º, 263º y 269º Regimientos con tres batallones cada uno. El 250º Regimiento de Artillería contó con cuatro grupos de obsuses entre los que había cañones que oscilaban entre los 37 y 150 milímetros. Se crearon también los 250th Batallones de Reserva Móvil, Transmisiones y Zapadores; los 250º Grupos Antitanque, Esploración, Sanidad, Transportes, Intendencia; las 250ª Secciones de Gendarmería y Correo Militar; la Compañía de Esquiadores y la 250ª Compañía Veterinaria. Hubo también pequeños destacamentos de enfermeras españolas, el único contingente femenino. El transporte se realizaba mayormente de manera hipómovil con 5.610 caballos que estiraban carros, aunque en el parque de vehículos había un 48% de coches, 38% de motocicletas y un 14% de camiones. Llegó a haber hasta un servicio periodístico con el periódico semanal para la División Azul llamado Hoja de Campaña, del cual se hicieron los 18.000 ejemplares de los 106 números imprimidos en la tipografía de Riga, tirada militar que incluía noticias políticas, culturales, fotografía de chicas guapas, chistes, crucigramas o los resultados de la liga de fútbol española. Lo más destacado en la propaganda fue el espacio de radio de Celia Giménez Costeira, jefe de la Sección Femenina de Falange en Alemania, que desde Radio Berlín se convirtió en la <> de la División Azul emitiendo varios programas radiofónicos al diario para los soldados.

Todo el moderno equipo del que disfrutaron los españoles les sorprendió, incluidas las instalaciones militares alemanas con habitaciones en algunos casos individuales, muy diferentes a las hacinadas naves de España. Desde el principio hubo discrepancias entre alemanes y españoles respecto a todo tipo de cosas. El primer punto fue el igualitarismo de la Wehrmacht en el que oficiales y soldados se trataban al mismo nivel y comían el mismo rancho sin ser posible además los castigos físicos; todo lo contrario del Ejército Español en el que los oficiales disfrutaban de más comida y lujos que la tropa, la cual tenía unos derechos mínimos, algo que causó fricciones entre los oficiales y soldados, ya que los primeros no soportaban ver como eran igualados al mismo nivel según el sistema militar alemán. Las tensiones también surgieron entre los mandos “africanistas” veteranos del Protectorado de Marruecos de la Legión con los falangistas, estos últimos de una mentalidad más civil y política. Otro inconveniente fue la actitud española, pues normalmente se paseaban por las calles alemanas con la guerrera desabrochada o con las manos en los bolsillos, algo que enojaba a los oficiales alemanes. Fue difícil acostumbrarse a tantos lujos, también a las mujeres alemanas de las que saldrían algunos matrimonios, ya que muchos se sintieron atraidos por la diferente libertad sexual alemana de la que era muy fácil ligar, nada similar en comparación con la restrictiva religiosidad de las españolas.

Acortada la instrucción a un mes, el 31 de Julio de 1941, todos los divisionarios españoles juraron lealtadad en un acto oficial a la figura de Adolf Hitler como Comandante en Jefe de la Wehrmacht y a Francisco Franco como Caudillo de España. De todas formas ya hubo oficiales españoles en el frente antes de eso, concretamente en la Batalla de la Bolsa de Uman en Ucrania para estudiar las tácticas operativas alemanas, lugar en la que ya se repartió la primera Cruz de Hierro a un hispano. Además se tuvo pensado desde el principio que el área de operaciones de la División Azul fuera el Cáucaso, teniendo asignada también sus futuras tareas de ocupación para cuando llegara la victoria, plan que posteriormente sería desechado. El 1 de Agosto el general Muñoz Grandes se entrevistó con Hitler para ultimar las detalles finales.

Al comenzar Agosto la División Azul comenzó a partir hacia el frente. Desde Grafenwöhr fueron a Suwalki en la Polonia Ocupada, y de allí a bordo de 66 convoyes ferroviarios hasta Grodno en Lituania. Fue en Grodno donde la División Azul contabilizó las primeras bajas mortales al explotar una bomba terrorista de células comunistas, odio de las minorías eslavas contra los invasores que en parte comprendían los españoles, pues por cada plaza que pasaban se encontraban con gente ahorcada en público como polacos o judíos, algo inexplicable para los hispanos que consideraban que aquellas personas podían ser buenos aliados contra el comunismo y no enemigos. De todas formas en Lituania se codearon con algunos voluntarios de policía lituanos en Lida y Vilna que también luchaban contra el comunismo como ellos, un buen ejemplo de lo que la amistad en la cruzada anti-bolchevique podía hacer. Entonces a pié entraron en Bilorrúsia, pateando el país a través de Molodezno, Misnk, Borisov y Orsha para pasar definitivamente a Rusia por Smolensko, ruta que hicieron caminando a lo largo de 900 kilómetros, exactamente la misma longitud que España de punta a punta. Acercándose a Moscú, capital del comunismo, la División Azul recibió la orden de detenerse y subir hacia el Norte en dirección a Leningrado para reforzar el asedio sobre la urbe. A regañadientes, los españoles aceptaron ir a Leningrado y tomaron la ruta hacia Vitebsk, para luego ser transportados en tren desde Dno hacia la Rusia Septentrional. Durante el treyecto y las frecuentes paradas, los españoles hicieron comercio con la población local y hasta con judíos, estos últimos quedaron encantados con los hispanos al ver que eran buenos con ellos y les daban comida, aspecto que no podían contar de los alemanes. A pesar de todo hubo incidentes como un robo en Novo-Sokolni, ya que unos españoles tenían frío y no se les ocurrió otra cosa que arrancar los tablones de madera de las casas de los vecinos para usar como leña. Por fin, a partir del 7 de Octubre comenzaron los divisionarios a llegar a su destino en el Frente de Leningrado, junto al Lago Ilmen, concretamente a orillas del Río Voljov. Definitivamente el 12 de Octubre de 1941, coincidiendo simbólicamente con el Día de la Hispanidad y la Virgen del Pilar, toda la División Azul al completo quedó desplegada en el frente.

De la siguiente forma quedó desplegada la División Azul en el sector de Novgorod: El 269º Regimiento de Infantería en la orilla occidental del Río Voljov; sobre la isla entre el Gran Río Voljov y el Pequeño Río Voljov se asentaron los 262º y 263º Regimientos de Infantería; el Grupo de Exploración acampó junto al Lago Ilmen; y por último los 250º Regimiento de Artillería, el Grupo Antitanque y los Batallones de Zapadores y Reserva quedaron en la retaguardia. Fue el día 20 de Octubre cuando la División Azul entró en combate, realizando una exitosa ofensiva que conquistó las aldeas soviéticas de Russa, Sitno, Tigoda, Dubrovka y Nitlikino. Sin embargo no pudieron tomar Smeisko y Muraveskai, aldeas frente a las cuales los españoles fueron detenidos por los soviéticos. Allí los hispanos sufrieron las primeras bajas que resultaron más elevadas de las previstas, ya que los rusos se infiltraban en los bosques y zonas pantanosas de alrededor atacando por los flancos y la retaguardia de sorpresa, algo que les desconcertaba. A pesar de todo el ánimo creció cuando el día 21 de Octubre visitó en la línea de frente a la División Azul el general José Moscardó, héroe en la defensa del Alcázar de Toledo durante la Guerra Civil.

Possad fue el siguiente destino de la División Azul en Novgorod el 8 de Noviembre, un sector boscoso situado a 12 kilómetros de las posiciones iniciales del Río Voljov hasta el Monasterio de Otensky donde tomaron posición todos los voluntarios. La defensa rusa fue tal, que el 9 de Noviembre los divisionarios quedaron prácticamente rodeados por las infiltraciones soviéticas a través de los bosques. La lucha hispano-rusa se extendió prácticamente hasta Chevelevo, una curiosa pugna de titanes en la cual los españoles peleaban cantando canciones como Canción del Legionario, El Himno de Infantería, Oriamendi o el Cara al Sol. Fue en este encuentro cuando el general Muñoz Grandes dijo la famosa frase: “Defendad Possad como si fuera España”. La 1ª Compañía del 269º Regimiento de Infantería compuesto por estudiantes universitarios madrileños del SEU, estuvo a punto de ser destruida de no ser porque el 17 de Noviembre recibió el relevo de tropas alemanas; sobreviviendo únicamente 187 hombres entre 7 oficiales y 180 soldados. Dentro de esa misma lucha, fue condecorado con la Cruz de Hierro el famoso poeta español Dionisio Ridruejo Jiménez.

Con la contraofensiva soviética en Moscú que se extendió a lo largo de todo el Frente Oriental, la División Azul inició repliegue al margen occidental del Río Voljov el 7 de Diciembre de 1941, posición en la que estaría más protegida de cara al invierno ártico. La misma fecha de dicho repliegue, coincidió con el ataque de Japón a Pearl Harbor, lo que provocó la entrada de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial. Ese acontecimiento cambió todo el planteamiento inicial de la División Azul, la cual pasó de ser de una fuerza militar destinada para una campaña corta, a una prevista para una guerra larga y de desgaste. Hasta ese momento la División Azul había encajado 368 bajas entre 109 muertos y 259 heridos.

Mala fortuna tuvieron los españoles de la llamada Posición Intermedia, una guarnición de la División Azul rezagada para cubrir el repliegue a la retaguardia en Navidad, que se quedó en la línea de frente junto a otros contingentes en Chutiny y la Posición Alcázar. El Día de Navidad las avanzadillas del Ejército Rojo en oleadas atacaron la Posición Intermedia y la conquistaron, haciendo que se rindieran los españoles, a continuación lo sucedido fue de lo más trágico, pues los soviéticos los asesinaron a todos sin excepción y después clavaron sus cuerpos como trofeos con picos en el suelo. Cuando la noche del 26 al 27 de Diciembre, un grupo de españoles contraatacó desde Udarnik y recuperó la Posición Intermedia, no dieron crédito a lo que vieron, pues fue muy duro encontrarse de esa manera a los cadáveres de sus compañeros asesinados. Justo en ese instante los soviéticos regresaron al asalto para arrebatarles una vez más la Posición Intermedia, pero los españoles con ansias de venganza y espíritu de sacrificio por ver lo que les sucedería si se rendían, resistieron con ametralladoras y rechazaron una oleada soviética tras otra matando a centeneres de rusos, los cuales derrotados tuvieron que retirarse.

La Navidad de 1941-1942 fue una de las más frías para la División Azul, la cual tuvo que soportar bajas temperaturas por debajo de los -30º C que provocaban casos de congelación y que las armas no disparasen en ocasiones. Hubo 103 casos de hospitalizados por congelaciones. Por suerte en todos los rincones de España se realizó una colecta voluntaria de 18.000 abrigos que llegaron inmediatamente al frente, gracias a que los alemanes dieron prioridad al cargamento de ropa invernal española como gesto de buena voluntad. También llegó al frente un aguinaldo de Navidad recaudado en España, aunque con un poco de retraso por problemas logísticos. Entre los regalos de aguinaldo que llegaron a la División Azul estaban un equipo de pasamontañas completos que el Ejército Nacional había arrebatado de un depósito de las Brigadas Internacionales en la Guerra Civil, las cuales se habían fabricado en la URSS y ahora portaban los españoles contra esta.

Al finalizar la Navidad, el 7 de Enero de 1942 el Ejército Rojo se lanzó a la ofensiva contra el sector entre Novgorod y el Lago Ilmen. En este ataque toda una guarnición alemana quedó asediada en Vsvad, y como la División Azul era la única fuerza disponible se escogió a la Compañía de Esquiadores para liberarla. Para ello los esquiadores españoles tuvieron que atravesar el Lago Ilmen congelado el 10 de Enero, esquivando las grietas bajo unas temperaturas glaciares de -50ºC bajo cero. El trayecto duró 24 horas hasta el día 11, causando baja por congelación 102 esquiadores, hasta que por fin llegaron a tierra firme en la aldea de Ustrika. De allí, ayudados por algunos voluntarios nacionalistas letones, atacaron el cerco sobre Vsvad el 12 de Enero. Los alemanes asediados coordinaron un asalto desde dentro del asedio para unirse a sus liberadores hispano-letones que presionaban desde el exterior. Los asaltos se prolongaron hasta el 21 de Enero, cuando por fin los rusos se retiraron vencidos y los españoles liberaron a sus camaradas alemanes. Únicamente salieron indemnes 12 hombres de la Compañía de Esquiadores, ya que 188 de los 200 iniciales causaron bajo por muerte, heridas o congelaciones.

No se presentó nada fácil para los españoles el invierno de 1942. La División Azul se desplegaba en el Río Voljov conteniendo bajo condiciones climáticas muy adversas los interminables ataques del Ejército Rojo contra sus líneas que todavía permenacían seguras. Grandes habían sido las pérdidas españolas de la División Azul y también muchos eran los voluntarios que seguían queriendo alistarse. Franco viendo el entusiasmo que despertaba aprobó la creación de otra unidad española que debía llamarse 2ª División Kaki, pues la primera tenía el color “azul” falangista y la nueva debía llevar el “kaki” del ejército, ya que iba a ser encuadrada por soldados profesionales. El general Varela en España se encargó de los preparativos, abriendo centros de reclutamiento en las ciudades de Zaragoza, San Sebastián, Valladolid, Guadalajara, Logroño y Calatayud. Sin embargo, para cubrir las pérdidas de la División Azul, terminó por fusionarse la 2ª División Kaki con la primera. Aquel invierno los nuevos contingentes fueron llegando a los acantonamientos de Logroño y Calatayud, para luego ser enviados hacia el Tercer Reich; acomodándose en el Polígono de Instrucción de Auerbach y en los cuarteles de Hof. Los nuevos 16.502 voluntarios que se integraron en el Río Voljov, fueron más numeros que los que se fueron o habían causado baja, un total de 9.000 de ellos.

La mayor ofensiva soviética contra el Río Voljov tuvo lugar en Febrero de 1942, estrenándose en el combate el 2nd Batallón del 262º Regimiento de Infantería sobre las guarniciones de Mal Samosche y Bol Samasche el día 10, mientras que el 250th Batallón de Reserva Móvil hizo lo mismo en Krutik el 2 de Marzo. Decisivo fue el avance del 2nd Batallón del 269º Regimiento de Infantería por la carretera Novgorod-Chudovo que consiguió enlazar el día 19 de Marzo con sus camaradas alemanes, letones y voluntarios anticomunistas de Holanda; encerrando de este modo al Ejército Rojo dentro de una bolsa. Hasta Marzo los soviéticos intentaron escapar de la bolsa mientras la nieve se derretía y aparecían zonas pantanosas que mosquearon a los españoles por culpa de las innumerables plagas de mosquitos. El general Muñoz Grandes recibió el 13 de Marzo de manos de Hitler la Cruz de Caballero por su impecable colaboración. Por la actuación en el Voljov, antes de que la batalla terminara, Hitler en un discurso público agradeció el servicio de los españoles. Finalmente, el 28 de Junio de 1942, todos los soviéticos en la Bolsa del Voljov fueron destruidos y los españoles junto a los alemanes, letones y holandeses, salieron victoriosos tras una batalla magistral.

A partir de Julio de 1942, en coordinación con la nueva ofensiva de verano de la Wehrmacht, la División Azul fue traslada al Asedio de Leningrado. Frente a la ciudad, urbe en la que había nacido el bolchevismo, la División Azul se desplegó entre Alexandrovka y el Lago Izhora, siendo en aquel preciso instante la fuerza militar más numerosa del Eje en el Grupo de Ejércitos Norte. A pesar del poderío con que contaba la División Azul, la batalla fue estática al ser un asedio. La infantería tuvo pocas acciones, más que algún duelo de francotiradores o tiroteos. Realmente quién llevó el peso de la lucha fue el 250º Regimiento de Artillería localizando, bombardeando y destruyendo baterías soviéticas enemigas distribuidas por Leningrado. Para atender a los españoles heridos se estableció un hospital con 2.000 camas en retaguardia. Otros hospitales para cubrir el gran número de bajas se distribuyeron en Porjov, Riga, Vilna, Königsberg y Hof.

Mientras la División Azul estaba en Leningrado, unos veternaos que regresaban a España provocaron un grave incidente el 15 de Agosto de 1942. Todo ocurrió cuando un divisionario llamado José Domínguez Muñoz acompañado de unos falangistas, entraron en el santuario de Begoña donde un grupo de carlistas y militares, hacían misa con el general Varela. Dentro del templo se escucharon insultos a Falange y a Franco, entonces, como represalia Domínguez lanzó una granada que hirió a varias personas. Enojado, Varela interpretó el suceso como un ataque de la Falange y la División Azul hacia él y hacia el Ejército Español. Para resolver el conflicto Franco decretó el fusilamiento de Domínguez, ejecutado el 1 de Septiembre.

A medida que transcurría la campaña de Rusia, los españoles de la División Azul disfrutaban de los lujos de aquella Europa dominada por el Eje. Así nació la Jefatura de Servicios de Retaguardia. Se levantaron servicios de retaguardia para españoles a lo largo de todo el continente en Tallin (Estonia), Riga (Letonia), Vilna (Lituania), Königsberg (Prusia), Hof (Alemania) y París (Francia). Como el transporte ferroviario y el alojamiento eran gratis, los hispanos viajaban por Europa en sus ratos libres como si estuvieran en el parque de su barrio: un día se iban a Ucrania, otro a Austria, Italia, Noruega o Francia, entre otros, en busca de turismo cultural o simplemente pasárselo bien. No faltaban las reyertes con los soldados alemanes en bares y tabernas, normalmente a causa de chicas. Como la Policía Militar Alemana no podía juzgar a los españoles al ser de otro país y estar sujetos a distintas leyes, fue necesario desplegar contingentes de la Guardia Civil venidos desde España por toda Europa desde la Rusia Ártica hasta la frontera con Francia, el mayor despliegue de este cuerpo policial español en su Historia.

A finales de año el general Muñoz Grandes fue sustituido definitivamente como comandante de la División Azul por el nuevo general Esteban Infantes. Muñoz Grandes se pudo ir con la cabeza bien alta, ya que además de los 881 soldados alemanes que ostentaban la Cruz de Caballero de la Cruz de Hierro con Hojas de Roble, fue él unico miembro de la División Azul que la consiguió, de hecho la lista por nacionalidades en la que tenía el honor de estar había sólo 4 rumanos, 2 japoneses, 1 finlandés y 1 español, este último él.

Stalin quiso abrir una ruta a Leningrado a principios de 1943 por la que pudiera llegar más comida, pero como siempre se toparía con la espina clavada de la División Azul. El 2nd Batallón del 269º Regimiento de Infantería con 550 hombres fue transportado en camiones del 20 al 21 de Enero hacia Mga y Sinvavino para ocupar la zona por la que el Ejército Rojo quería pasar hacia Leningrado, desplegándose exactamente en la región montañosa de los Altos de Sinvanino. No fue hasta las 9:45 horas del 22 de Enero cuando el Ejército Rojo arremetió contra los españoles, que tuvieron que huír hacia Mga dejando a numerosos muertos por el camino. Sin embargo al día siguiente, sin haber dormido ni comido en 48 horas y con un frío de -30º grados bajo cero, los españoles contraatacaron y reconquistaron los Altos de Sinvanino matando centenares de soviéticos. Pero eso no fue todo, pues tras recuperar la posición original, los hispanos siguieron avanzando y penetraron en territorio enemigo conquistando varios kilómetros de Rusia. La contraofensiva española finalmente se detuvo a las 00:00 del 24 de Enero con una brillante victoria para la División Azul. Concluida la batalla, el 2nd Batallón del 269º Regimiento había tenido 124 muertos (6 oficiales y 118 soldados), 211 heridos (13 oficiales y 198 soldados) y 66 bajas por congelación o desaparición (2 oficiales y 64 soldados). A pesar de todo el Ejército Rojo tuvo más de 1.000 bajas y gracias a los españoles no pudo socorrer Leningrado.

Desde que la victoria en Stalingrado había tenido lugar contra el Grupo de Ejércitos Sur en el Río Volga y el Cáucaso, Stalin quería repetir la experiencia atacando al Grupo de Ejércitos Norte y de paso liberar el largo asedio de Leningrado. Para ello era necesario tomar el vital ferrocarril Leningrado-Moscú, siendo elegido el sector de Krasny Bor, misión denominada “Operación Estrella Polar” que comandaría el mejor mariscal de la URSS, Georgi Zhukov. Los alemanes que ya habían previsto anteriormente el lugar de la ofensiva soviética, destinaron a la División Azul allí. Se colocaron frente a primera línea en el siguiente orden los 263º y 269º Regimientos de Infantería, el 250º Grupo de Exploración, el 250th Batallón de Reserva, el 262º Regimiento de Infantería y la 250ª Compañía de Esquiadores. Mientras tanto en reserva quedaron el 250º Grupo Antitanque que se equipó con tres cañones de 75 milímetros y la Plana Mayor con el general Esteban Infantes a la cabeza ubicó el puesto de mando en la pequeña ciudad de Raykolovo. El total de efectivos de la División Azul para la Batalla de Krasny Bor era de 5.000 españoles.

A las 6:45 horas del 10 de Febrero de 1943, más de 1.000 cañones soviéticos abrieron fuego contra la División Azul en Krasny Bor, seguido por el asalto en hileras cerradas de 44.000 soldados rusos y 117 tanques del tipo T-34, KV-1 y T-26. Aunque la fuerza era abrumadoramente mucho mayor, el Ejército Rojo en Krasny Bor sufría de muchos inconvenientes como la formación apiñada de sus tropas, fáciles de abatir por las defensas enemigas, y también que la mayoría de soldados habían bebido vodka, estando borrachos o con resaca a la hora de la batalla. Los españoles no vacilaron en cuanto vieron a la impresionante fuerza enemiga y abrieron fuego con las ametralladoras MG-34, masacrando a varias columnas de rusos que llenaron de cadáveres el campo de batalla. Otra ventaja de la que disfrutaron los españoles fue que la combinación soviética entre tanques e infantería, hizo adelantarse a los soldados antes que a los blindados, algo que terminó en una masacre para los rusos. El barro producido por el bombardeo preliminar jugó un importante papel, pues los tanques quedaron estancados en el lodo, lo que ayudó a que algunos españoles destruyeran a unos pocos lanzado cócteles molotov. A pesar del apalizamiento incial, la superioridad numérica rusa terminó por llegar a las líneas españolas. El 262º Regimiento sufrió un auténtico calvario: el 2nd Batallón fue aniquilado por la masa soviética; la 7ª Compañía se retiró castigadísima ante la imposibilidad de mantener la posición; la 5ª Compañía resistió aunque casi desapareciendo como unidad; y la 3ª Compañía fue la única que aguantó la ofensiva, rechazando a los rusos en la vía del ferrocarril Leningrado-Moscú. Por otro lado el 250th Batallón resultó destruido y el contraataque por recuperar las posiciones iniciales de la línea del frente por la 250ª Compañía de Esquiadores terminó en fracaso. Ante el riesgo de ser cercados, se ordenó a la División Azul retirarse entre 3 y 4 kilómetros hacia la misma ciudad de Krasny Bor.

Para mediodía se combatía dentro de la urbe de Krasny Bor, lucha calle por calle entre españoles y soviéticos. Aunque los hispanos cedieron terreno en la ciudad, lo cierto fue que triunfaron a posteriori, pues los rusos no habían podido avanzar con rapidez, algo que permitió a los alemanes empezar a trasladar reservas desde otros sectores hacia Krasny Bor para evitar que se abriera brecha. Allí aguantaron horas el 262º Regimiento, el 250º Grupo Antitanque y el 250th Batallón de Zapadores, siendo ayudados únicamente por aviones bombarderos en picado Stuka que se cebaron contra los rusos. Con retraso de varias horas, llegó por fin el 390º Regimiento Alemán en socorro de los españoles, acompañado por el 659th Batallón Estonio que se componía por voluntarios nacionalistas de Estonia, la Legión Flamenca integrada por voluntarios de Flandes (Bélgica) y la Legión Lituana con independientistas de Lituania. Gracias a dichos refuerzos el avance soviético se frenó definitivamente.

A medianoche del 10 al 11 de Febrero desde el Río Izhora, la División Azul se lanzó al contraataque junto a los soldados alemanes, estonios, lituanos y flamencos, asalto dirigido por el general Esteban Infantes. No se logró desalojar a los soviéticos de sus líneas, pues la resistencia rusa por su parte fue grande. Pero eso permitió reforzar Krasny Bor, haciéndolo inconquistable para los soviéticos, que al final desistieron de continuar con la ofensiva. Al día siguiente la División Azul había cosechado tantas bajas que fue retirada a retaguardia para reorganizarse. La batalla había concluido con un rotundo fracaso de la “Operación Estrella Polar”, y todo gracias a los españoles.

Las bajas de la División Azul en la Batalla de Krasny Bor fueron las más elevadas de España en la Segunda Guerra Mundial con 1.125 españoles muertos, 200 prisioneros y 1.500 heridos. Los periódicos soviéticos y de los Aliados, así como la radio BBC británica, afirmaron que la División Azul había sido destruida, pero por suerte la radio española y la alemana lo desmintieron. Lo cierto fue que en España causó conmoción, pues esa fue la única vez en el siglo XX que el Ejército Español cosechó tantas bajas en una empresa exterior en sólo 24 horas. A pesar de todo, tan decisiva fue la defensa de Krasny Bor que los españoles impidieron no sólo un avance local del Ejército Rojo, sino que evitaron que todo el Grupo de Ejércitos Norte fuera dejado fuera de combate como le había sucedido al Grupo de Ejércitos Sur en Stalingrado.

Terminada la Batalla de Krasny Bor, la División Azul retornó al Asedio de Leningrado en el que se posicionaría hasta el verano de 1943 en una guerra estática. Durante esta etapa tuvo que cubrir las bajas con nuevos efectivos, llegados de España, aunque en esta ocasión no fueron falangistas, ya que Franco reguló a la Falange el envío de voluntarios, prefiriendo que fueran profesionales del Ejército Español. También algunos de los rusos que servían en la División Azul fueron trasladados al Ejército de Liberación Ruso que comandaba Andrei Vlasov, una fuerza eslava antibolchevique que combatía a los soviéticos, esto fue gracias en parte a un veterano ruso de la Guerra Civil Española en el Ejército Nacional llamado Grigori Lamsdorff que negoció la transferencia con Franco. En esa época la división también recibió armamento más moderno como la ametralladora MG-42 alemana y los cañones PaK de 75 milímetros. El 28 de Abril de 1943 Alemania oficializó una condecoración exclusiva para los voluntarios de la División Azul llamada Medalla Conmemorativa para los voluntarios españoles en la lucha contra el bolchevismo (Erinnerungsmeadaille für die Spanischen Freiwilligen in Kampf gegen den bolchewismu). Finalmente los nuevos reclutas incorporados al Frente de Leningrado fueron un total de 7.497 voluntarios, de los cuales un 10% eran ya veteranos que quisieron repetir la experiencia de Rusia.

Uno de los problemas que se planteaba España es que Gran Bretaña y Estados Unidos, con sus ejércitos en el Norte de Africa, exigían que retirara la División Azul de Rusia. El embajador británico Samuel Hoare y el norteamericano Carlson Hayes en Madrid, coaccionaron al nuevo Ministro de Asuntos Exteriores español, Francisco Gómez-Jordana que España retirara la División Azul, dejara de vender wolframio a Alemania y que declarara su postura de la “no beligernacia” a la “neutral”. Como Franco tampoco podía causar porblemas a los alemanes que podían retener a la División Azul por la fuerza, tal y como había pasado con los españoles en Dinamarca en 1808 que servían en el Ejército Francés de Napoleón Bonaparte justo cuando se produjo la invasión gala, el Caudillo tuvo que llegar a un acuerdo para contentar al Tercer Reich y a los Aliados. Lo que se acordó consistía en seguir vendiendo wolframio a Alemania y retirar a la Divisón Azul como parte del Ejército Español para dejar en su lugar una unidad de carácter voluntaria llamada Legión Azul.

La División Azul fue retirada del Asedio de Leningrado el 1 de Octubre de 1943, acantonándose en Oranienbaum el 12 Octubre, donde fue despedida con todos los honores militares. Esteban Infantes recibió de Hitler la Cruz de Caballero y Toledo, su ciudad natal, le nombró hijo predilecto. La marcha a España fue triunfal, se les recibió honorablemente por el Estado y se realizaron misas y agradecimientos a la Virgen del Pilar en Zaragoza.

Muchos se quedaron, más de 2.000 voluntarios conformaron la Legión Azul que se constituyó el 19 de Noviembre de 1943 en Kingisepp, junto a la frontera de Estonia con Rusia, recibiendo el mando el coronel Antonio García Navarro, aunque dicha unidad no quedó incluida en el Diario Oficial del Ejército al considerarse parte de la Wehrmacht como fuerza voluntaria. La estructura incluía el mismo cuerpo interno que la Legión Española, con una 1ª y 2ª Bandera de Infantería, más una 3ª Bandera Mixta.

Desde el 1 de Diciembre de ese año en la misma Kingisepp, la Legión Azul entró en batalla luchando contra los partisanos bolcheviques, tarea que cumplió a regañadientes porque veía con deshonor pelear contra bandas de civiles armados a los que posteriormente los alemanes deportaron. Al mes siguiente, el 15 de Diciembre de 1944, la gran ofensiva lanzada por la URSS contra todo el Grupo de Ejércitos Norte provocó la retirada general de la Legión Azul. La huída de los españoles fue triste y costosa, pues entre la nieve y el barro tuvieron que andar de Kingisepp a Liuban, de allí hasta Luga y Pskov, posteriormente entraron en Estonia a través de Narva y siguieron la línea de ferrocarril hasta la capital de Tallin. Apenas pudo combatir la Legión Azul, pues el 11 de Marzo de 1944, Franco, presionado por los Aliados ante amenazas de invasión a España, ordenó retirar la Legión Azul de Rusia. Enviada a Stablack en Prusia Oriental, el 31 de Marzo de 1944 se realizó el acto de despedida en el que habló públicamente el coronel García Navarro, siendo este último muy crítico con el Gobierno de España al consetir la retirada de los españoles sin haber concluido la cruzada contra el bolchevismo.

Para mediados de 1944 Franco había prohibido la creación de cualquier unidad militar española que participase en la Segunda Guerra Mundial. A pesar de todos varios fueron los españoles que salieron de su país, o presos republicados en la Organización Todt alemana por toda Europa, que se alistaron voluntaria o forzosamente en la Wehrmacht. Mayoritariamente por exiliados, se creó el Batallón Fantasma que operó en los Pirineros y en general sobre Francia contra la Resistencia Francesa y el maquis. Paralelamente el partido de Falange Española con presencia en todos los países del Eje consiguió levantar fuerzas de españoles en las Waffen-SS, concretamente en la 24ª División SS Karstjäger que combatió en Yugoslavia contra los partisanos de Josip Tito. Poco antes de acabar la contienda, el capitán Miguel Ezquerra construyó la Unidad SS Ezquerra con falangistas españoles muy fanáticos de lucharon contra el ejército de Estados Unidos en la Batalla de las Ardenas y que perecieron o fueron capturados en una resistencia heroica sobre Berlín contra el Ejército Rojo en Abril de 1945, defendiendo la misma Cancillería de Hitler. Fue en este momento cuando todas las aventuras en la Segunda Guerra Mundial terminaron para España.

Un total de 45.245 soldados españoles sirvieron en la División Azul (2 generales, 2.372 oficiales, 4.290 suboficiales y 38.685 soldados). Tan elevado era el número que era difícil en España no tener un familiar, amigo o conocido de algún soldado de la División Azul al ser tan numerosa. Murieron hasta un total de 5.000 españoles en la campaña soviética, es decir, el 11% de los efectivos de la División Azul. Otras bajas fueron los 8.000 heridos, 7.800 enfermos y 489 prisioneros.

Ceremonias y desfiles triunfales fueron los homenajes para los veteranos regresados a España. Sin embargo para los 489 prisioneros de la División Azul en los campos de concentración o gulags en la URSS empezaba un auténtico calvario. Se pasaron encerrados en las más terribles condiciones y obligados a realizar trabajos forzados casi ocho largos años. Ni siquiera los 70 que desertaron del frente, ya que eran comunistas que se habían alistado en la División Azul para salir de España y exiliarse en la URSS, muchos del Partido Comunista Español, fueron tratados como prisioneros y acabaron cautivos sin excepción. Perecieron 130 españoles en cautividad y 8 fueron liberados tras lograr las autoridades de los campos hacerlos conversos al comunismo. Finalmente, con la muerte de Iósif Stalin, entre 1953 y 1954 el sufrimiento de los prisioneros tocó a su fin. Todos los divisionarios de la División Azul fueron liberados y enviados a España por un barco de Grecia con bandera de Liberia que zarpó de Odessa llamado Semíramis. En Estambul hizo la primera parada, puerto en el que recogió diplomáticos españoles. Por aquel entonces el Semíramis transportaba 229 divisionarios, 19 desertores, 19 marineros mercantes, 15 alumnos de aviación de la II República y 4 niños de la Guerra Civil. El desembarco se produjo en Barcelona el 2 de Abril de 1954, donde se les acogió en una impresionante ceremonia en la que estaban presentes su antiguo general Muñoz Grandes y el Secretario del Movimiento Raimundo Fernandez Cuesta, además de oficiarse una misa en la Basílica de la Merced. A partir de ese momento los últimos divisionarios pudieron iniciar una vida en libertad y paz.

Durante la post-guerra Franco decidió no exaltar a la División Azul y ocultó lo más posible la participación de España al lado del Eje. Pero en cuanto estalló la Guerra Fría, la División Azul se puso de moda en la Península Ibérica y también fuera de esta. Varios monumentos y calles llevaron los nombres de la División Azul o sus caídos, el caso más destacado fue el nombramiento de <> por parte del municipio de Santa Eugenia en las Islas Baleares. Nacieron también Hermandades de Excombatientes de la División Azul por toda España. Todo aquel que había sido divisionario falangista lucía orgulloso sus condecoraciones y no se cortaba a la hora de reconocer que había estado en Rusia.

Entre las condecoraciones que se dieron durante la campaña de la URSS, a título póstumo o durante la Guerra Fría después de haberse hecho las investigaciones precisas, sitúan a la División Azul como la fuerza militar voluntaria más condecorada de la Segunda Guerra Mundial. El Tercer Reich repartió 150 Cruces de Hierro de 1ª Clase y 2.500 Cruces de Hierro de 2ª Clase, además de las dos Cruces de Caballero a Muñoz Grandes y Esteban Infnates, más las Cruces Alemanes de Oro a los dos anteriores y al general García Navarro de la Legión Azul. España concedió 8 Cruces Laureadas de San Fernando a los divisionarios Jaime Galiana Garmilla, José Pérez Castro, Generoso Ramos Vázquez, José Rubio Moscoso, Salvador Masip Bendicho, Antonio Ponte Anido, Manuel Ruiz de Huidobro Alzurena y Teodoro Palacios Cueto; también 54 Medallas Militares Individuales; y 2 Medallas Militares Colectivas al 2nd Batallón del 269º Regimiento de Infantería y a la 250ª Compañía de Esquiadores. Otras condecoraciones germano-españolas fueron la Medalla a los Sufrimientos de la Patria, Medalla del Mutilado, Distintivo de Heridos, Emblema de Asalto de Infantería, Emblema de Asalto General, Pasadores de Comabte Cuerpo a Cuerpo, Distintivo de Destrucción de Carros, Cruz Alemana, Medalla de Invierno y la Cruz del Mérito.

Diversos autores españoles empezaron a dar a conocer a su división, muchos de ellos veteranos de Rusia por toda la Península Ibérica. De la División Azul nacieron incontables intelectuales, escritores, periodistas, profesores, universitarios, médicos, diplomáticos, políticos, etc. Por ejemplo Miguel Rodrigo Martínez fue Ministro de Asuntos Exteriores y otros se dedicaron a importantes cargos políticos como Labadie Otermín o Adolfo Martín Gamero. Enrique de la Vega Viguera hizo Rusia no es culpable en honor al pueblo ruso sometido al comunismo que colaboró con los españoles, Serafín Pardo publicó Un año en la División Azul, Tomás Salvador División 250, Juan Salas Aquella Rusia y Joaquin Miralles Tres días de guerra y otros relatos de la División Azul. El más famoso historiador español en escribir sobre la División Azul fue Fernando Vadillo, excombatiente que realizó la sextología Orillas del Vojov, Arrables de Leningrado, …y lucharon en Krasny Bor, Balada final de la División Azul, Los irreductibles y Los prisioneros. A nivel de los reprimidos falangistas en el gulag soviético tras se capturados está Embajadores en el Infierno del capitán Teodoro Palacios. Otro destacado literato fue el falangista Dionisio Ridruejo con Los cuadernos de Rusia. El cine fue un arma propagandística de la División Azul, entre los diversos films que se grabaron estaba La patrulla de Pedro Lazaga, La Espera de Vicente Llunch, Embajadores en el Infierno de José María Forqué y Silencio en la Nieve de Gerardo Herrero. Unos de los primeros extranjeros en valorar la División Azul fueron los historiadores alemanes, entre ellos estaban Werner Haupt Paul Carrell, Hans Neulen o el general alemán Burkhart Müller-Hillebrand con su libro sobre voluntarios euro-asiáticos Germany and its Allies in Worl War Two. A record of Axis Collaboration Problems, los cuales destacan que fue decisivo el papel español en las operaciones del Grupo de Ejército Norte. En el mundo anglo-sajón de Gran Bretaña y Estados Unidos muchos defendieron a la División Azul como Edgar O’Ballance, John Scurr, Raymond Proctor, Gerald Kleinfeld o Lewis Tambs. Incluso la opinión del enemigo era buena, pues en el Diario de Operaciones del LII Ejército Soviético, afirmaba lo difícil que fue para el Ejército Rojo enfrentarse a los españoles, soldados del mismo nivel que los alemanes o incluso más.

Al finalizar el franquismo tras la muerte de Franco (1975) e imponerse la democracia en España (1978), la División Azul siguió aumentando su prestigio nacional e internacional. Todavía los divisionarios tendrían una última aventura, pues dos de ellos serían cabezas en el Golpe de Estado del 23-F (1981), eran los generales Milans del Bosch y Alfonso Armada; estando por el contrario el exdivisionario y también general José Aramburu Topete a favor de la democracia y del Rey Juan Carlos I, que no dudó en enfrentarse a sus dos antiguos compañeros para convencerles de que desistieran.

Cuando se inició la década de los 90 del siglo XX, se levantó un monumento oficial al divisionario desconocido que se enterró en el Cementerio de la Almudena de Madrid, también en esta época se creó el Museo de la División Azul. El 25 de Junio de 1990 todas las hermandades de veteranos se fusionaron en la Fundación División Azul. Fue en esos mismos años con la caída de la URSS y el fin del comunismo en Europa (1991), cuando se levantó un monumento en Rusia a los caídos de la División Azul ubicado en Pankovka. Hubo varios casos sorprendentes entre antiguos enemigos, por ejemplo en el año 2005 en Rusia, en el desfile del 60ª Aniversario de la Victoria sobre San Petesburgo (antigua Leningrado), los veteranos españoles marcharon junto a los veteranos soviéticos de la Batalla de Krasny Bor con total camaradería y afecto, incluso la delagación de la División Azul regaló a los excombatientes del Ejército Rojo un cuadro de damasquino toledano de Don Quijote y Sancho Panza.

La División Azul fue la unidad militar de tipo “división” de la que más se escribió en el siglo XX. Su gran capacidad táctica y profesional en el arte de la guerra la hicieron ser estudiada por muchos militares contemporáneos de la época. También causa admiración el sentido del honor existente en la División Azul, pues jamás cometió un crimen de guerra, y es más, en ocasiones los voluntarios españoles ayudaron a aquellos civiles rusos e incluso judíos que eran perseguidos por los alemanes, por esa razón en Rusia siempre se guardó un buen recuerdo de ellos. Sea como fuese, la División Azul fue una las gestas bélicas más románticas y espectaculares que la Historia de España pueda ofrecer y en la que todos sus protagonistas serán eternamente recordados con humanidad, gloria y heroísmo.





HIMNO DE LA DIVISION AZUL

Con mi canción
la gloria va
por los caminos del adiós,
que en Rusia están
los camaradas de mi División.

Cielo azul
a la estepa desde España llevaré,
se fundirá la nieve
al avanzar, mi capitán.

Vuelvan por mí
el martillo al taller,
la hoz al trigal.
Brillen al sol
las flechas en el haz
para ti,
que mi vuelta alborozada has de esperar
entre el clamor
del clarín inmortal.

En la distancia queda
gozo del hogar
con aires de campanas,
vuelo de la paz.

Resuenan los tambores;
Europa rompe albores,
aligerando nubes
con nuestro caminar.

Con humo de combate
yo retornaré,
con cantos y paisajes
que de allí traeré.

Avanzando voy;
para un mundo sombrío
llevamos el sol;
avanzando voy
para un cielo vacío
llevamos a Dios.

domingo, 16 de noviembre de 2014

EL QUINTO REGIMIENTO


El Quinto Regimiento fue creado y dirigido hasta su disolución por el Buró Político del PCE. Se trató de la principal plataforma de difusión de la política militar comunista. La dirección administrativo-militar corrió a cargo de la Comandancia General del Regimiento, también llamada Mando General y que se constituyó mediante su división en las secciones propias de un Estado Mayor más aquellas que se consideraron necesarias. El Quinto Regimiento contó con varias comandancias y numerosos cuarteles por toda la geografía republicana con la excepción de Cataluña y el Norte cantábrico. Tuvo cuatro comandancias en Madrid y una en Albacete, Valencia, Alicante, Cartagena, Almería, Málaga y Guadalajara.

Más que una unidad orgánica, fue un centro de reclutamiento, instrucción militar y formación política de mandos y milicianos. En él se integraron batallones de otras organizaciones políticas, lo que impide establecer con exactitud su Orden de Batalla. Se definió como antifascista y no como comunista, por lo que en el mismo cabían voluntarios de diferentes procedencias. En los primeros momentos la incorporación fue diversa y poco ordenada: grupos que se habían ido por su cuenta a los frentes, evadidos a título individual, grupos de no comunistas y otros organizados por el PCE y las JSU. Desde mediados de agosto comenzó a organizar el reclutamiento en diferentes cuarteles con gran intensidad y tras el fracaso, en noviembre, del primer asalto nacional sobre Madrid se redujo considerablemente esta actividad reclutadora. En cuanto a las cifras, no hay consenso:

El Quinto Regimiento da oficialmente un total de 64.900 milicianos repartidos de esta forma: 7.900 en julio, 14.800 en agosto, en septiembre 24.100, en octubre 11.300, en noviembre 5.250 y en diciembre 1.550. Pese a no ser correctas, ya que la cifra no es total, si que es acertada la tendencia (porcentajes) que indica.
Según las fichas de milicianos guardadas en el Archivo Histórico Nacional, el total es de 26.736 aunque no se encuentre seguramente todas las unidades del frente sur. En julio se alistaron 2.006 voluntarios, en agosto 3.597, en septiembre 4.433, en octubre 8.869, en noviembre 4.480, en diciembre 1.433, en enero 106, y 1.812 no tienen fecha.
La distribución geográfica de los voluntarios fue la que sigue: Madrid con el 53.6%, Andalucía 17.8%, Castilla La Mancha 13.2%, Extremadura 5.3%, País Valenciano y Murcia 2.3%, Castilla-León 1.8%, Galicia 0.5%, Asturias 0.2%, Cataluña y Aragón 0.1%, otras comunidades 0.2% y otros países 5.0%.
Por otro lado, el que fuera Comisario del Quinto Regimiento, el comunista Vittorio Vidali, "Carlos Contreras", da la cifra de 20.000 milicianos instruídos en dicha unidad.

A los voluntarios se les realizaba en primera instancia una revisión médica y se les instaba a presentar algún certificado de militancia antifascista. En principio la edad de admisión estaba fijada entre los 28 y los 45 años aunque en la práctica no se respetase. A continuación, se llevaba a cabo la instrucción teórica y práctica. Por lo general, las milicias del Quinto Regimiento gozaron de un grado de instrucción superior al del resto de unidades republicanas. Tras unas iniciales semanas, el 23 de agosto se decidió ampliar el tiempo de instrucción a 15 días: 8 en retaguardia y otros 7 tras la línea del frente. En los momentos de necesidad de combatientes se acortaba este periodo. Una vez equipados eran destinados a las unidades elegidas por el voluntario por motivos geográficos, sindicales, etc. No todos los milicianos enrolados pertenecieron al Quinto Regimiento.

Es difícil saber con exactitud los efectivos reales del Quinto Regimiento tanto en un momento dado como a lo largo de su existencia. Y es difícil porque a él se incorporaron batallones formados fuera del mismo, otras unidades dependieron de él para determinados servicios pero para otros lo hicieron de la Inspección de Milicias y otras fueron formadas por el Regimiento para incorporarse a alguna de las diferentes brigadas que se estaban creando. En definitiva, además de las orgánicamente integradas en el Quinto Regimiento existieron otras dependientes del mismo en diferentes momentos de su existencia.

Las primeras unidades organizadas por el Regimiento son las Compañías de Acero. Se crearon siguiendo el ejemplo de las compañías de la muerte de la Primera Guerra Mundial y estaban compuestas por 250 hombres. Se las pretendía autónomas, con secciones de fusileros, ametralladoras y bombas de mano. En definitiva, unas unidades móviles de choque. La Primera se formó a base de obreros metalúrgicos socialistas y comunistas que habían luchado desde el primer día en Guadarrama. Entró en combate el 5 de agosto en el Alto del León al mando del capitán Márquez, y volvió a la capital cinco días más tarde.

La Segunda salió en agosto hacia la Sierra madrileña, la mandaba Justo López y combatió en Cercedilla y Peguerinos junto al batallón Octubre nº 2. La Tercera luchó en agosto en Somosierra integrada en la Columna "Galán". Estaba compuesta por miembros del PCE y de las JSU, y mandada por el comandante Luis Rivas. Pasó a finales de mes a Guadarrama y tras la caída de Toledo se trasladó a este frente junto con las demás tropas de Valentín González "el Campesino". Enrique Líster, capitán, decidió a principios de agosto la formación de otras dos compañías: la Cuarta y la Sexta. Con ellas combatió durante 20 días en el frente de Guadarrama en donde fue ascendido a comandante de milicias. Junto con otras recién formadas (la ¿Novena?) fueron trasladadas a la zona de Talavera poco después de su pérdida ante los nacionales. La Quinta compañía se formó con algunos mandos procedentes de la Tercera y la mandó el comandante profesional Fernández Cavada. Recibió su bautismo de fuego en Cercedilla y en Peguerinos. En Toledo relevaron a una compañía de la Columna "Tierra y Libertad", y a principios de noviembre luchó en el frente de Carabanchel. Formará parte del batallón Acero Cavada.

Otra Compañía de Acero combatió en la zona de San Mamés y Navarredonda junto a la tercera y al batallón Móvil Campesino, y la Octava, para el 23 de agosto y comandada el capitán Serrano, lo hacía en Peguerinos. Para mediados de agosto, el Quinto Regimiento abandonó la formación de Compañías de Acero como unidades autónomas, así que desde finales del mismo éstas se fueron incorporando a batallones y a la Brigada de la Victoria, aunque algunas permanecerían autónomas durante algún tiempo más. El Batallón Acero se constituyó con las compañías Segunda y Quinta más otra de especialidades y servicio de transportes. Al mando del capitán de infantería Arellano, entró en combate el 30 de agosto en la acción de Peguerinos. A principios de septiembre se le incorporaron otras dos, la Octava y la Decimosegunda, hasta alcanzar los 800 hombres, aunque no siempre luche el batallón unido. Combatió en el frente de Guadarrama. Para primeros de noviembre lo mandaba Alsina y se le había incorporado un grupo de catalanes. Entre los días 5 y 6 de este mes sufrió numerosas bajas en Boadilla del Monte y al poco era enviado al frente de Usera. Posteriormente, será el tercer batallón de la 36ª Brigada Mixta.

La Brigada de la Victoria comenzó a formarse desde el 11 de agosto. Estaría formada por tres batallones (a tres compañías) de unos 400 hombres ya fogueados en los combates. El día 18 salieron para el frente las tres primeras compañías con una sección de morteros y otra de ametralladoras al mando del comandante Márquez. Esta unidad, cuyo tamaño no sobrepasó el de un batallón (de la Victoria), estaba compuesto por veteranos de las primeras Compañías de Acero, milicianos de Vallecas y de la Compañía "Juanita Rico" procedente de Yecla (Murcia). Combatió en Guadarrama y Peguerinos, hasta que el 15 de septiembre se trasladó a Talavera. Aquí, desde el día 20, participó en la reorganización del frente junto al tercer grupo de asalto de Burillo y los batallones Thaelmann, Pasionaria y Largo Caballero. Posteriormente se convirtió en el segundo batallón de la 1ª Brigada Mixta de Líster.

El batallón Thaelmann fue la primera unidad de este tipo organizadas como tal por el Quinto Regimiento. Se hizo, a primeros de agosto, en Navacerrada al mando del comandante Modesto y en base a la columna de Bárzana que el 19 de julio había salido de Villalba y constaba de cinco compañías, además de una sección de zapadores. El Thaelmann permaneció en la zona de Navacerrada hasta mediados de septiembre, aunque sus compañías 2ª y 5ª marcharon a Guadarrama a mediados de agosto ante el ataque que sufrió este sector bajo el mando del propio Modesto. También estuvieron en Peguerinos y más tarde en Talavera, cuando su caída. Posteriormente fue al sector del Tajo, estuvo en Seseña y en noviembre, de nuevo, se encontraba en Madrid, concretamente en Villaverde formando parte ya de la 1ª Brigada Mixta. Junto con las Compañías de Acero y la Brigada de la Victoria, el Thaelmann curtió a la mayoría de los mandos del Quinto Regimiento. Más adelante, de él se formó la 9ª Brigada Mixta. En realidad, y gracias a la propaganda, gozó de una fama superior a sus logros verdaderos.

El batallón Campesino de Milicias Gallegas comenzó a alistarse a primeros de agosto y un mes después estaba completo. Por estas fechas partió para el frente de Toledo, en donde a causa de su comportamiento en los combates de la zona fue felicitado por el Ministerio de la Guerra. Lo formaban fundamentalmente jornaleros gallegos y en el comité que lo dirijía se podía encontrar a un galleguista, a una anarcosindicalista, a un republicano y a un comunista. Lo mandaba el comandante López Iglesias. Regresó a Madrid, en donde intentó formar un segundo batallón que no terminó de completarse, y se integró en el Quinto Regimiento. Cuando se creó la 1ª Brigada Mixta se convertióen su cuarto batallón.

El batallón Amanecer se formó en el mes de septiembre en la Sierra de Guadarrama a partir de un grupo de milicias; la denominada Escuadra del Amanecer. Lo formaron obreros de Vallecas y campesinos de Granada y Córdoba divididos en cuatro compañías mandados por el oficial de complemento Ramón J. Sender. A primeros de octubre marchó al frente del Tajo, donde estaban los batallones de la Victoria y Largo Caballero. Constituyó el tercer batallón de la 1ª Brigada Mixta. El batallón Líster lo formaron la Cuarta, Sexta y Novena Compañías de Acero, que habían estado dirigidas por Líster en los frentes de la Sierra. Fue el primer batallón de la 1ª Brigada Mixta.

La Columna "Galán" fue uno de los primeros grupos que partieron para la Sierra y la formaban comunistas de los distritos norte, oeste y este de Madrid. Con estos milicianos se constituyeron dos batallones: el Cuarto y el Quinto de Milicias. En un principio, ocuparon el sector avanzado de Buitrago y desde septiembre el que iba desde esta localidad hasta Gascones. En el Quinto batallón se podía encontrar una llamada Compañía de "Toreros".

Desde principios de agosto se organizaron unas Milicias de Artes Gráficas que contaba con una sección de periodistas y escritores. A mediados de ese mes, eran unos 350 voluntarios utilizados como grupo de choque que se distinguieron en los combates del 22 de septiembre. Para diciembre formarían el batallón de Artes Gráficas. La Columna "Galán", contaba a finales de julio con unos 600 hombres, a finales de agosto con 750 y con 1.350 en septiembre. A principios de noviembre Galán se trasladó con el Cuarto batallón y parte del Quinto Madrid, al sector de la Casa de Campo.

El batallón Móvil de Choque del Campesino tuvo su origen en la treintena de hombres que tras asaltar el cuartel de La Montaña salieron a la Sierra en dos camiones dirigidos por Valentín González "el Campesino". Aquí se integró en la Columna "Galán" para constituir una inicial compañía que se había desdoblado en dos para principios de septiembre y que englobaban a unos 300 milicianos. Combatieron en Somosierra y para finales de octubre contaban ya con 1.641 hombres, entre ellos un destacable grupo de cubanos. A primeros de noviembre marcharon a Madrid y para diciembre las fuerzas de el Campesino eran cuatro batallones con 3.600 hombres. A mediados de este mes se constituyó la Brigada Móvil de Choque con estas tropas más los batallones Asturias, Canarias, una compañía de dinamiteros de Vallecas y otras fuerzas militares.

En los primeros días del alzamiento militar salió para Guadarrama una columna compuesta por soldados y milicianos mandada por el capitán Benito, el cual murió en los primeros combates. En su honor se formó el batallón Capitán Benito a partir de una de las compañías de la Brigada de la Victoria. Con ésta combatió en Talavera hasta incorporarse en octubre a la Columna "Galán" en Somosierra. En diciembre eran 499 hombres quienes lo componían. Este batallón permanecería toda la guerra en frentes de la Sierra madrileña. A partir de fuerzas que asaltaron el cuartel de Vicálvaro, que en agosto se incorporaban a la Columna "Mangada", y ya en la Sierra, en la zona de San Bartolomé de Pinares, donde se encuentra también el Asturias, se constituyó el batallón Sargento Vázquez. Tras los combates a primeros de agosto con la Columna "Doval", en septiembre se reorganizó y se le incorporaron 400 nuevos milicianos, parte de los cuales constituían la Vigesimoctava Compañía de Acero. Su comandante será Orgaz. Tras caer Talavera, parte del batallón se trasladó a los frentes de Toledo y en noviembre participó en la defensa de Madrid dentro de la Columna "Arce" en el sector de Mena. A principios de diciembre contaba con una plantilla de 1.340 hombres y un nuevo comandante, Fernández Cortinas. Posteriormente se encuadró en la 37ª Brigada Mixta.

El batallón Asturias tuvo su origen en la columna de mineros asturianos que llegó por tren a Madrid el dia 19 y que junto a otros milicianos formaron el núcleo inicial de la Columna "Mangada". Ésta, tras los primeros combates junto a la Columna "Doval", se estructuró en batallones. Heredia fue nombrado comandante del batallón y con su 6ª compañía se inició la creación de otro: el Aída Lafuente. El frente se dividió en cuatro agrupaciones y el Asturias junto con el Sargento Vázquez y el de infantería del comandante Noé constituyueron una de éstas. A primeros de noviembre, el Asturias, marchó al frente de Madrid y se integró en la columna española de la 1ª Brigada Internacional. Junto al batallón Mora de la CNT relevó a la Columna "Durruti" tras la muerte de éste. Tenía un nuevo comandante, Mencía y se le incorporaron 350 milicianos. A principios de diciembre contaba con 928 hombres. A primeros de agosto bajo iniciativa de las JSU, en el barrio de Chamartín de la Rosa se unificaban sus milicias, las socialistas y las comunistas. Para el 11 de agosto el nuevo batallón ya estaba organizado: el Capitán Condés. Su comandante era Fidel Ruiz. A finales de este mes contaba con 450 hombres repartidos por diversos sectores del frente: con la Columna "Mangada", en Navacerrada, en Extremadura, en Córdoba o en Zaragoza. Para octubre contaba con 1 289 milicianos y se desplegaba en la Sierra madrileña, en el sector que ibaa desde Guadarrama hasta Navas del Marqués y en la zona de Aranjuez. A principios de diciembre encuadraba a 1.045 hombres.

El Quinto Regimiento, junto con las JSU, inició en agosto la creación de los batallones Juventud Campesina: para diciembre eran seis los existentes con más de 4.000 milicianos. La primera compañía en salir para el frente con 250 hombres lo hizo a mediados de agosto, mientras el reclutamiento continuaba: en Aranjuez y su comarca se alistaron más de mil voluntarios, en Villalba y El Escorial se formaron los batallones (¿tercero?) que se integraron en la Columna "Guadarrama" y entre Getafe, Pinto y Valdemoro se creó un batallón que se incorporaba en agosto a la Columna "Perea" en el frente de Navafría. A esta columna se le incorporarían posteriormente el Segundo batallón y el Quinto de Choque. El Sexto batallón se organizó entre Torrelaguna y San Sebastián de los Reyes y actuó en Somosierra, con la Columna "Galán". En octubre, los batallones de Juventud Campesina encuadraban a 2.686 hombres. La mayoría de estas fuerzas actuaron en Guadarrama aunque algunas también estuvieron presentes en la defensa de Madrid y un batallón estuvo en el sector de Sigüenza. Estos batallones se integraron en las 26ª, 31ª y 66ª Brigadas Mixtas.

A mediados de septiembre, el Quinto Regimiento decidió crear una unidad especial de montaña: el Batallón Alpino. Y lo hizo al margen de la Inspección de Milicias que en esos momentos estaba organizando otro del mismo tipo. Se instó a todos aquellos voluntarios que tuvieran conocimientos de deportes de montaña, esquí o alpinismo a enrolarse en el mismo. A últimos de octubre salía para el frente la primera compañía que se integraba en la Columna de Navacerrada. El comandante del batallón sería el mayor de milicias Joaquín Rodríguez. Esta unidad permaneció toda la guerra en Navacerrada y a finales de diciembre constituyó una unidad autónoma de montaña al unirse a otro batallón, el Alpino Juventud de las JSU. Concebido como unidad de enlace pero también de choque, con secciones de asalto, dinamiteros y ametralladoras se organizó el Batallón de Hierro o Brigada Motorizada de Ametralladoras. Para finales de agosto tenía organizada la primera compañía con un centenar de hombres motorizados y se trabajaba en un taller de reparaciones y en una fábrica de máquinas. Para octubre, disponía de enlaces en todos los frentes de la zona Centro y sus secciones de choque destacaron en los combates de Olías-Bargas. A principios de noviembre se fundieron los batallones de Enlace y se crearon los batallones de Enlace de Dirección de Etapas. El enrolamiento continuó en la Brigada Motorizada de Ametralladoras y para principios del 37, contaba con más de 1.200 hombres al mando de Amado Granell.

Algunas unidades del Quinto Regimiento, disponían de secciones de zapadores y existía en el frente de Somosierra una Compañía de Zapadores. A mediados de noviembre se inició el enrolamiento en un nuevo batallón, el de Zapadores-Minadores, que se incluyó en la Columna "Barceló". A primeros de diciembre se le incorporó la Brigada de Fortificaciones de las JSU para totalizar 417 hombres. Durante este mes, gran parte de los 1.500 voluntarios que se alistaron en el Quinto Regimiento, fueron a parar a sus filas. Otros más durante el mes de enero, hasta poco antes de la disolución del Quinto Regimiento. A mediados de agosto se comenzó a organizar con andaluces evadidos el Voluntarios de Andalucía con el propósito de ser enviado a esa región. Para finales del mes, se habían alistado en el cuartel madrileño o en el de Villa del Río (Córdoba) más de 1.000 voluntarios que dieron para dos batallones: Triana y 16 de Febrero. Participaron en la defensa de Madrid en el sector de Villaverde-Usera, encuadrados en la Columna "Mena". En diciembre contaban con un total de 1.463 milicanos.

A mediados de septiembre se organizó también con andaluces, especialmente de Sevilla, Cádiz y Huelva un nuevo batallón: el José Díaz. En octubre contaba con 496 milicianos que marcharon a enfrentarse al Ejército de África. A finales de septiembre participó en el contraataque de Seseña como sexto batallón de la Primera Brigada Mixta de Líster. Posteriormente estaría en el Jarama, en Guadalajara y en Brunete. En octubre se iniciaba el reclutamiento entre los granadinos de Madrid de un nuevo batallón: el Mariana Pineda. En diciembre tenía 421 efectivos en plantilla. Se incorporaría a la 1ª Brigada Mixta de Reserva. Con evadidos de Huelva, principalmente, se creó otro batallón: el Centuria de Choque. El batallón Canarias se organizó en septiembre y marchó a los combates del Alcázar de Toledo. Posteriomente retrocedió hacia Madrid con un comportamiento poco satisfactorio. Se reorganizó en dos compañías, que combatirán en la Casa de Campo en la Columna "Romero". Para principios de diciembre contaba con 565 milicianos y su comandante era Guillermo Ascanio. Cuando se formó la Brigada Mixta de Choque de El Campesino, se encuadró en la misma.
A finales de septiembre se inició la formación de un nuevo batallón en Madrid, denominado Leal, y al que se le incorporó un grupo de milicianos valencianos. En octubre tenía unos 500 hombres y a principios de diciembre, 576. Se pasó toda la campaña en el frente de Guadarrama dentro de la columna del mismo nombre. José Castelló fue su comandante.

Unidades formadas fuera del Quinto Regimiento que se le incorporaron posteriormente.

A finales de julio, el sindicato de panaderos de la UGT inició la formación de un batallón: el Artes Blancas, que sólo estuvo listo en septiembre, momento en el que salió para el frente de Guadarrama. Desde mediados de octubre se agilizó el enrolamiento y para comienzos de diciembre contaba con 855 hombres. Durante la defensa de Madrid, se incorporó a la Columna "Mena" hasta finales de diciembre, momento en el que marchó al sector de Húmera. En enero se incorporó a la Columna "Rovira" y en febrero combatía en el Parque del Oeste. Más adelante, formaría el cuarto batallón de la 31ª Brigada Mixta. Presentó diversos problemas de disciplina con la militarización.

A mediados de agosto el Sindicato de Dependientes de Comercio inició la organización del batallón Leones Rojos. El primero de los que se crearon combatió en la Columna "Fantasma" en el frente de Guadalupe durante este mes de agosto y lo mandó el capitán Saénz de Diego. A últimos de agosto la Sociedad de Trabajadores de Vaquerías y Despachos de Leche organizaba otro grupo que combatió en Peguerinos y posteriormente en Lozoya. Ante el avance nacional, los comunistas y socialistas del Sindicato del Comercio movilizaron a los afiliados comprendidos entre los 18 y los 30 años. Así se pasó de los 665 milicianos de octubre a 2.899 a principios de diciembre. Entre octubre y noviembre se crearon cuatro nuevos batallones, uno de los cuales marchó a Guadalajara y los otros tres defendieron Madrid. Formaron parte de varias Brigadas: las 42ª, 50ª y 69ª.

Batallones creados por el PCE en Madrid

A principios de agosto se inició en el barrio de Chamberí el enrolamiento de uno de los primeros batallones del Quinto Regimiento: el UHP. Se pretendió formar una unidad con secciones de cañones, morteros y ametralladoras. El periodo de instrucción era de quince días. Salió para el frente de Rascafría a finales del mes al mando de Julio Moragas y se trasladó al asedio del Alcázar de Toledo. En octubre contaba con 788 milicianos que defendieron Madrid integrados en la Columna "Mena", en la Puerta de Toledo. Para principios de septiembre se encontraba en formación un segundo batallón con una batería de 4 piezas y 9 ametralladoras. Fue el Segundo UHP o Acero Chamberí. En octubre salió para Guadarrama y en noviembre combatía en la Casa de Campo con las fuerzas de Francisco Galán. El Radio Norte fue un batallón creado en octubre por la sección del Partido del mismo nombre. Participó en la defensa de la capital en el sector que mandaba el teniente coronel Ortega.

El Radio Sur del PCE organizó a finales de octubre dos batallones. El Radio Sur luchó en la Ciudad Universitaria, sector de Ortega y lo mandó Romero Ino. El Pacífico también luchó en la misma zona mandado por Carlos López. Poco antes de incorporarse a la nuevas brigadas contaba con 450 hombres. Parte del mismo se incorporó a la Brigada B, posterior 69ª. El Radio Delicias organizó el batallón El Aguila en el que se enrolaron mayoritariamente obreros de la cervecera del mismo nombre. Lo mandó el capitán Luis León. Milicianos que formaron en él, ya estaban presentes en la toma de Toledo y en el posterior asedio del Alcázar. En septiembre combatieron en Guadarrama y a mediados de octubre tenía casi 500 milicianos. Estuvo presente en Seseña, en noviembre en la Ciudad Universitaria y posteriormente con la Columna "Mena". Antes de incorporarse a las nuevas brigadas contaba con 638 hombres.

Con motivo de la amenaza nacional sobre Madrid, se incrementó la campaña de reclutamiento. Se propuso la creación de cuatro batallones de choque, modelo para los demás que siguiesen el ejemplo de las primeras Compañías de Acero. En un principio se dirigieron especialmente a los obreros metalúrgicos, aunque ante las necesidades se amplió a otros, mujeres incluídas. Mientras son instruídos permanecían en sus puestos de trabajos y sólo fueron creados durante los primeros días de noviembre cuando así lo exigieron las necesidades. El Marinos de Cronstadt partió con apenas una compañía sin instrucción al frente de Carabanchel. El 6 de noviembre salían para el sector de Carabanchel los 600 hombres que componían el Comuna de Madrid al mando del capitán Antonio Cabezas. Dos días más tarde, este batallón ya estaba combatiendo en la Casa de Campo y posteriormente se cuadró en la Columna "Mena". A principios de diciembre contaba con 550 milicianos y formó los núcleos de sendos batallones de las 25ª y 42ª Brigadas Mixtas. El 18 de noviembre aún no habían salido para el frente los 500 hombres que constituían el batallón Leningrado y no fue hasta principios de febrero cuando fueron reconocidos con derecho a unos haberes que se remontaban a noviembre. Este batallón fue el tercero de la Brigada Móvil de Choque.

Con el Sindicato de Hostelería se constituyó el batallón Vanguardia Roja en noviembre. Defendió el sector de Boadilla del Monte con una destacada actuación en diciembre según la prensa madrileña. Contaba con 666 milicianos en diciembre del 36. En agosto se empezó a formar el batallón Águilas Rojas y un primer grupo salió pronto para Guadarrama. En septiembre aún no estaba constituido por lo que se fundirá en el Vanguardia Roja. Entrado octubre se formó el batallón Frente Rojo con milicianos de Cuenca, Guadalajara y Almería, participando la Sociedad de Dependientes de Cafés, Bares y Cervecerías de la UGT. Partió en octubre para el frente de Extremadura y defendió, también, la capital. En enero no estaba encuadrada en ninguna brigada y tenía 800 efectivos. En noviembre se reunieron diversas fuerzas para constituir un batallón: el Cruz, por su comandante, un comunista portugués. Formó parte de la Columna "Ortega" en la Ciudad Universitaria. En este mismo sector combatió otra unidad del Quinto Regimiento: el batallón Heredia en honor al comandante del Asturias, ya muerto.

Otro batallón recordó a un líder caído fue el Félix Bárzana, que se formó con profesionales de la Enseñanza. Se incorporó a la defensa de Madrid en el sector de Usera integrado en la Columna "Prada". En diciembre contaba con 650 hombres y se destacó en la acción del día 27. Dos unidades reclutadas para labores de retaguardia pero que visitarán brevemente el frente fueron el batallón La Montaña, compuesto mayoritariamente por albañiles y que contaba con 293 milicianos a principios de diciembre, y el batallón La Pluma compuesto por unos escasos 76 hombres, creado como brigada de trabajo y que enseguida regresó a su puesto en retaguardia. En noviembre tenía un grupo en la Columna "Barceló".
Además, el Quinto Regimiento organizó unos Batallones de Retaguardia al tiempo que se creaban los cuatro Batallones de Choque y en los que se instruyó a grupos de voluntarios. Quienes reunían las condiciones iban a esas unidades de choque o a otras, el resto se quedaba en las de retaguardia.

Las unidades campesinas del Quinto Regimiento

En los primeros días del alzamiento se inició la formación de un batallón Campesino de Villalba, que realizó al principio tareas de vigilancia para posteriormente incorporarse a la Columna "Guadarrama". Otro batallón, el Campesino de Colmenar Viejo actuó también en la Sierra, en el frente de Somosierra. Un tercer batallón, el Campesino de Guadalajara, se reclutó en esta comandancia y combatió en el frente de Sigüenza.

Fuerzas "regionales" del Quinto Regimiento

Castilla la Nueva

Existieron cuarteles en Valdepeñas, Ciudad Real, Almadén y Cuenca; y comandancias en Guadalajara y Albacete. En Guadalajara, además del batallón campesino ya citado, se formó el batallón Acero Cavada a partir de la Vigesimoprimera Compañía de Acero y que en un principio se integró en la Brigada de la Victoria. Pese a tener su cuartel en Madrid, se organizó casi totalmente con guadalajareños. Su comandante fue Fernández Cavada. A comienzos de noviembre estaba en el sector de Humera con la Columna "Barceló" para posteriormente pasar al frente de Toledo, a la Columna "Mena". A primeros de diciembre contaba con unos 600 milicianos. La Columna "Guadalajara" incluía a tres batallones. Dos de ellos, el Primero y el 14 de Julio operaron en Cogolludo, sector de Brihuega y llegarona ser más de 1.700 hombres. El otro batallón estuvo en Taracena, al este de Somosierra y tenía fuerzas en Sigüenza y la zona de Algar y Saelices.
A principios de diciembre de 1936, la Comandancia de Guadalajara controlaba 2.294 milicianos. En Albacete se formó el batallón Aviador Urtubi que combatió en los frentes del Sur. Allí se convertiría en el cuarto batallón del la 6ª Brigada Mixta dirigida por Gallo. En este mismo frente actuó otro batallón, también albaceteño: el Moscú.

El batallón Albacete se formó con varias compañías de milicianos y soldados. Y junto con el Jaime Graells de las JSU, constituyó el núcleo de la 35ª Brigada.
Además, esta comandancia de Albacete, realizó una intensa labor de reclutamiento para completar las 21ª y 24ª Brigadas, cuando éstas se constituyeron. El Valdepeñas se formó en el pueblo del mismo nombre y combatió en el frente de Córdoba. A principios de diciembre contaba con unos 400 milicianos. En Ciudad Real se organizó con campesinos de la zona de Manzanares el batallón Gaset y que también combatiría en Córdoba. En Toledo, mes de agosto, las JSU y el PCE comenzaron a reclutar voluntarios para el regimiento Dimitroff. En este mismo mes se alcanzaron los 900 inscritos que se dividieron en 6 compañías. Permaneció en el asedio al Alcázar y se replegó posteriormente hacia la capital. En octubre contaba ya con 2.000 hombres divididos en 3 batallones: Stalin, Luis Carlos Prestes y Tchapaiev. Uno de ellos estuvo en Seseña y los tres en la operación sobre Torrejon de Velasco en la Columna "Burillo". Participó en la defensa de Madrid, desplegado en los sectores de Majadahonda y Vallecas. En diciembre tenía los tres batallones citados y 2.580 hombres. En enero del 37, dos de ellos marcharon para Guadalajara y el primero para el Jarama.

Extremadura

La columna de Pedro Martínez Cartón, diputado comunista, presentó menos relaciones con el Quinto Regimiento que el resto de unidades. Constaba del regimiento Extremadura, formado básicamente con extremeños de los pueblos importantes de Badajoz, y del batallón Ferroviario de Mérida que en noviembre disponía de unos 400 hombres y a primeros de diciembre, estando ya en Madrid, de 570 combatientes. En Madrid se organizaron otras unidades con evadidos extremeños. Desde mediados de agosto, el batallón Milicias Extremeñas, cuyo núcleo principal provenía de la columna anteriormente citada. Parte del mismo estaría en Somosierra, en la Columna "Galán", y el resto defendiendo Madrid en Usera. En diciembre encuadraba a unos 500 milicianos, que se integrarían en la 46ª Brigada, en el sector de Aranjuez. El batallón extremeño Bolívar se formó también en Madrid. A mediados de noviembre tenía 550 hombres y defendió Carabanchel, en la Columna "Prada".

Levante y Murcia

Milicianos reclutados en Alicante fueron a combatir a la Sierra madrileña en la denominada Columna "Alicante" y que estaba formada por dos batallones. El primero, el Alicante, compuesto básicamente con obreros de la misma ciudad, se incorporó a la Columna "Perea" que combatía en la Sierra. El segundo batallón, el ¿Elche? se incorporó en septiembre a los frentes madrileños de Navalperal y Seseña. Con los voluntarios, comunistas y socialistas, de Elche se creó un grupo denominado Tigres Rojos. Tras estar en el frente de Huesca, combatió en Carabanchel.
En Valencia existió un Comité de Milicias presidido por el diputado comunista Uribes y con el que trabajó estrechamente el Quinto Regimiento. Este comité creó diferentes columnas para los frentes de Teruel y del Centro en las que se podían encontrar milicias del Quinto Regimiento. En Valencia, en octubre, se organizó el batallón Mateotti a base principalmente de campesinos de Castellón. Encuadrado inicialmente en la Columna "Eixea-Uribes", marchó al frente turolense en donde permanecería durante la fase miliciana de la contienda. En Murcia, hasta octubre, el Quinto Regimiento dispuso de milicias propias al margen de las del PCE y de las JSU. A partir de noviembre se encuadraron todas en el mismo.

En Cartagena, en agosto, se formó junto a la UGT y las JSU el batallón Fernando Condés que partió inmediatamente para Granada. El 4 de agosto estaba desplegado en la tranquila zona de Colomera y en diciembre contaba con 613 milicianos. En septiembre se organizó una "brigada" destinada al frente de Madrid, que una vez allí, en su primer combate, en San Martín de la Vega, fue deshecha. Las milicias de las JSU de Cartagena que mandaba Matías García y otras fuerzas milicianas dirigidas por Agustín Bueno y Angel Martínez se integraron en octubre en el Quinto Regimiento. El escaso control que desde Madrid pudo ejercer el mando comunista provocó diveros casos de indisciplina. Combatieron en el frente granadino. En Murcia se movilizó otro batallón, denominado Voluntarios de Murcia, que se incorporó al frente de Aranjuez.

Andalucía

La mayoría de las unidades se crearon a partir de los iniciales grupos y columnas que aparecieron en los primeros días de la sublevación. La Comandancia del Quinto Regimiento desatendió esta zona al no establecer un férreo control militar de las diferentes unidades. Así, cada unidad posía un carácter autónomo mayor al del resto. Incluso la Comandancia del Sur establecida en Almería perdió su autoridad sobre las mismas. Esta desconexión fue mayor con las unidades de los frentes de Málaga y Granada. Aun así, el número de milicianos andaluces en el Quinto Regimiento fue alto.

En el frente cordobés combatieron tres unidades. Una de ellas fue el batallón Bautista Garcés, que fue organizado en vísperas del ataque a Pozoblanco del 15 de agosto. En él se agruparon diveros grupos creados en los primeros días, como el de Emilio Castejón que había ocupado Añora y el de José Bernete "Chimeno". Eran unos 1.200 milicianos, la mayoría jornaleros, con un cañón, escopetas y escasos fusiles. Lo mandó Enrique Vázquez. Tras el fallido ataque sobre Córdoba se integró en el mismo el batallón Ramón Casanellas, el cual junto a las milicias de Alcoy habían tomado Espejo antes de marchar a Córdoba, al mando de Ruiz Roldán. Con todas estas incorporaciones, se constituyeron dos batallones que a primeros de diciembre contaban con 1.900 voluntarios, algunos de los cuales recibieron la baja en enero por exceso de los mismos. Participó en la ocupación de Pozoblanco y en el ataque sobre Córdoba. Desde septiembre se mantuvo en el sector del Cerro Muriano junto a las Milicias de Jaén. A mediados de diciembre combatía en la zona Bujalance-Pedro Abad-El Carpio donde sufrió amplias pérdidas, y en enero se encontraba en el sector de Adamuz, siempre en el frente de Córdoba. Junto a las Milicias de Jaén y los batallones Los Pedroches y Villafranca, participó en 1937 en la acción sobre La Chimorra dirigida por Pérez Salas, en la cual se destacó.

Tras ocupar diferentes pueblos próximos a Córdoba, la Columna "Milicias de Jaén" se estableció en Villa del Río y se transformó en un batallón de cinco compañías, secciones de explosivos, ametralladoras y de Guardias de Asalto (teniente Muñoz) además de parque móvil y enlaces. Pronto constaría de tres batallones, que operaron en el sector de El Carpio y desde septiembre en Cerro Muriano. En diciembre sufrió numerosas pérdidas en la zona de Bujalance y, ya en 1937, atacó La Chimorra. En diciembre eran más de 4.000 hombres divididos en cuatro batallones: el 1º Jaén, el 2º Porcuna, el 3º Hinojosa del Pueblo y el 4º Alcaudete.

La tercera de las unidades del Quinto Regimiento del frente de Córdoba fue el batallón Milicias Andaluzas que se comenzó a formar en el mes de agosto en Madrid con evadidos de esa región. Ya organizado se trasladó, a finales del mismo, al frente cordobés, al pueblo de Villafranca, en donde se le incorporaron otros grupos de milicianos. Como el resto de fuerzas, carecía del armamento adecuado y poseía una gran desorganización interna: contaba con escopetas, dos docenas de fusiles y una ametralladora. A finales de septiembre se produjo una reorganización y se cambió el nombre por el de batallón Villafranca: lo formaban cinco compañías y una sección de dinamiteros, tres de las cuales estaban compuestas por miembros del PCE y de las JSU, y las restantes por socialistas y cenetistas. Tenía un capitán profesional como instructor. Pasó al frente de Adamuz en donde realizó diversas operaciones de sabotaje tras las líneas enemigas. Con este motivo, dispuso de un asesor soviético. A primeros de diciembre contaba con 807 milicianos. Estuvo, también, en La Chimorra, defendiendo Pozoblanco y en la batalla del Ebro (en donde se ahogaron muchos de sus soldados).
Mineros de Linares y La Carolina forman el batallón Dinamitero, que al mando de Joaquín Feijó actuó en los frentes de Granada junto al URSS. En diciembre defendía Martos.

Desde el 1 de noviembre, el frente de Granada se dividió en cuatro subsectores. Las fuerzas del Quinto Regimiento eran las siguientes:

En el de Alcaudete, al mando del teniente coronel Peire, operaba el cuarto batallón de las Milicias de Jaén.
En el de Iznalloz, comandante Salazar, estaba el batallón Granada, organizado entre el Quinto Regimiento y las JSU, y en Colomera las fuerzas murcianas ya citadas.
En el de Guadix, teniente coronel Verdú, el batallón Torres, formado por milicias de Almería, que habían conquistado Guadix al comienzo de la guerra y en donde se le unieron un grupo mandado por Petrel y otro de mineros. El otro batallón era el Otero, organizado por el Quinto y las JSU en octubre con campesinos de esa comarca.
En el de Vélez de Benaudalla, comandado por el diputado comunista Adriano Romero, estaba el batallón Lenin o MAOC Almería. Organizado en esta ciudad, ocupó Motril y otros pueblos de la zona, y se integró en la Columna "Octubre". Este batallón contaba en diciembre con más de 1.000 hombres, 534 fusiles y 7 ametralladoas. Se desplegaba así: las 2ª y 3ª compañías (200 fusiles) en Juviles, las 1ª y 4ª compañías (otros 200 fusiles) en Torviscón y Almejigar. Además, contaba con secciones de sanidad, ametralladoras y morteros, enlaces y transmisiones, además de tren regimental. Tras la caída de Málaga se le incorporó un grupo procedente del regimiento regular de La Victoria nº8. Pese a todo, no fue un modelo de disciplina. En Málaga, como en Valencia, al controlar el PCE el Comité de Milicias de la ciudad, el Quinto Regimiento no creó unidades propias. Dicho comité organizó los batallones Stalin y Metralla casi exclusivamente con comunistas y el México con el PCE y las JSU. En realidad, ninguno destacó por su eficacia militar y tras la caída de Málaga, parte de los Stalin y Metralla se incorporaron a la defensa de Pozoblanco en donde se comportarían más dignamente.

Las unidades especiales del Quinto Regimiento

En octubre, se formó con varios cientos de jinetes con experiencia militar el regimiento de caballería Jesús Hernández.
A mediados de este mismo mes, se inició la formación de una "Brigada contra Gases" con químicos, farmacéuticos y estudiantes que desarrollaron sus labores en la retaguardia, aunque en noviembre visitasen brevemente la primera línea de fuego. Este batallón Antigás disponía de 651 hombres en diciembre del 36. Para la retaguardia se creó un Batallón de Reserva de Prensa (también llamado Compañía de Reserva), al que sólo se podían incorporar afiliados de un sindicato del ramo. A fines de septiembre se organizaron unas "Milicias de Prensa" que fueron enviadas al frente aragonés. Una vez anunciada la militarización de las milicias por el Gobierno, y haciendo caso omiso de dicho anuncio, el Quinto Regimiento continuó enrolando voluntarios en sus batallones, e incluso creó dos más.

Durante todo el mes de noviembre se organizaron dos nuevos batallones para una nueva unidad denomianada Frente de la Juventud. El primero se formó con jóvenes de la capital, que en conjunto no sobrepasaban los 20 años. En una de sus compañías, llamada "la del biberón", se encuadraron 200 estudiantes de bachillerato. Eran 5 compañías de 3 secciones cada una, que excepto la primera (que permaneció en el Cerro de los Angeles) se incorporaron al sector de Usera hasta enero y en donde destacarían por diferentes acciones defensivas. En diciembre, las bajas lo obligaron a completar sus efectivos con campesinos movilizados de Toledo y Jaén. Estuvo en el ataque al Cerro Garabitas y en Brunete. El segundo batallón se formó en Levante, integrado básicamente por jóvenes valencianos. Se incorporó a la defensa de Madrid en diciembre. A finales de diciembre de 1936, se inició la formación de un batallón antitanque entre los milicianos ya presentes en el frente. Para tal misión, los voluntarios recibieron instrucción en el lanzamiento de bombas y dinamita. Al final, sólo se llegaría a formar una 1ª Compañía "Antonio Coll" de Cazadores de Tanques.

Fuerzas vinculadas al Quinto Regimiento en mayor o menor medida

Cuando la Columna "Mangada" aún no se encontraba estructurada en batallones, algunas de sus compañías estaban dirigidas por hombres del Quinto Regimiento. Cuando se estructure, el Asturias, el Sargento Vázquez y el Capitán Condés formarían parte del Quinto Regimiento. Con la incorporación de las JSU al PCE, el Aída Lafuente se vincularía en cierta medida. No es erróneo el afirmar que casi toda la columna pertenecía al Regimiento. La Columna "Perea" tuvo una menor relación, por cuanto de sus unidades, pertenecían al Quinto Regimiento, el Alicante, el Segundo y el Quinto de Choque de "Juventud Campesina". Pero otra de sus unidades componentes, el regimiento Legionarios de la Muerte, no pertenecía.
Durante julio y agosto, diversas Compañías de Acero formaron por completo la Columna "Moriones" o "Guadarrama", que estuvo mandada en un principio por Asensio y desde primeros de septiembre por el teniente coronel Moriones. En septiembre había tres de estas compañías en la posición Líster y otras tantas al mando del capitán Márquez, además de las que mandaba Cecilio Arregui. Cuando el Quinto Regimiento se organice en batallones, en este frente quedarán el Victoria, el Leal y el Tercero de "Juventud Campesina".

En la Columna "Navacerrada", mandada hasta el 4 de setiembre por el teniente coronel Burillo y desde entonces por el comandante Cuevas, estaba el batallón Alpino y eventualmente el Thaelmann y el Octubre (desde noviembre perteneciente al Quinto Regimiento). Había también un Grupo de Asaltos. Las Columnas "Barceló" y "Arce" recibieron a mediados de noviembre grupos de milicianos enrolados para cubrir bajas. La primera contaba con las unidades Dimitroff, Acero, Juventud Campesina, La Pluma, Móvil Campesino y una Compañía de Acero. Desde Valencia salieron diversas columnas en las que había fuerzas del Quinto Regimiento. Para el frente de Teruel la "Eixea-Uribes", a la que se le unirá el batallón Mateotti. Para el Centro, la "Uribes-Palacios" que en octubre combatía en Illescas y Esquivias, y en noviembre en el frente del Tajo. En este mes se organizó otra columna controlada por comunistas, la "Chola". En la 3ª Brigada Mixta de Galán, creada en Alcázar de San Juan, también se incorporaron milicianos del Quinto Regimiento.

Las milicias de las JSU demostraron que los miembros de esta organización política, comunistas y socialistas, no se encontraban totalmente cohesionados. Cuando, en noviembre del 36, casi toda su dirección se incorporó al PCE, sus batallones se vincularon al Quinto Regimiento no de forma orgánica, ya que siguieron dependiendo administrativamente de su organización y de la Comandancia de Milicias, pero sí política y militarmente. Desde un principio, el PCE y las JSU colaboraron en la creación de diferentes unidades, y en otros casos las formadas por las JSU se integraron al poco en el Quinto Regimiento. La vinculación se realizó en grado diverso, dependiendo de cada unidad.

El primero de los batallones de las JSU fue el Octubre, formado en la Sierra madrileña, en la zona de Cercedilla y lo compusieron básicamente campesinos de Toledo y obreros de Madrid, que en octubre eran más de 1.200 voluntarios. Combatió en la zona donde se organizó, en Peguerinos, y a principios de septiembre marchó a Talavera. En la defensa de Madrid se encuadró en la Columna "Mena". El batallón Octubre nº2 se creó primeros de agosto también en la Sierra con una composición similar al anterior, además de una compañía alicantina: la octava, y otra de ferroviarios. Defendiendo Madrid se le añadió una compañía de jóvenes alumnos de una escuela militar. Combatió en Peguerinos y en septiembre seguía en este frente. Tras la creación del Octubre y del Largo Caballero, las JSU organizaron el Pasionaria, también llamado 13º Regimiento "Pasionaria". Con jóvenes madrileños se formaron sus diferentes compañías. Las (¿dos?) primeras salieron en agosto para el frente sur aragonés, lugar donde se les incorporaron voluntarios valencianos. Otra compañía se incorporó a la Columna "Galán" en Somosierra. En septiembre se formaron en Albacete nuevas compañías, al tiempo que fuerzas de esta unidad marchaban a Extremadura en ayuda de Riquelme. Hasta 5 compañías combatirían en la retirada desde Talavera de la Reina hacia Madrid, y en octubre el Pasionaria tenía en plantilla a 2.244 milicianos. Hasta finales de año, combatió en el sector de Usera, en la Columna "Bueno". Posteriormente, sus efectivos se integraron en las 35ª y 66ª Brigadas.

Anteriormente, en septiembre del 36, de algunas de las anteriores compañías del Pasionaria que defendían Talavera, surgió otro batallón denominado Joven Guardia. Sería en este sector donde se formó militarmente. Para octubre contaba con 2.045 hombres y varías compañías se trasladaron a la sierra de Guadarrama. Defendió Madrid en los sectores de Usera, del Puente de Segovia y de la Ciudad Universitaria, encuadrado en las Columnas "Mena" y "Prada", en donde permaneció hasta la primavera de 1937. De jóvenes madrileños encuadrados en la sexta compañía del batallón Asturias, cuando éste formaba en la Columna "Mangada", se creó el batallón Aída Lafuente. Los batallones Pasionaria, Joven Guardia y Aída Lafuente dependieron casi totalmente del Quinto Regimiento desde su principio. En cambio, los dos Octubre se vincularon con posterioridad al pase de los dirigentes de las JSU. Además, existieron hasta un total de 25 batallones organizados por esta organización, cuya vinculación con el Quinto Regimiento fue menor. Entre éstos cabe citar al Largo Caballero, el Tomás Meabe, el Alpino Juventud (jóvenes deportistas y esquiadores), el Riotinto (mineros de esa zona), el Huelva (campesinos onubenses), los alicantinos Alicante Rojo (con más de 1.500 milicianos que serán la base de la 71ª Brigada Mixta) y el catalán Jaime Graells (que tras estar en Aragón y en el desembarco de Mallorca acudió a defender Madrid).

Extranjeros en el Quinto Regimiento

La centuria de italianos Gastone Sozzi fue el grupo más numeroso. Se constituyó en Barcelona y participó en el desembarco de Bayo en Mallorca. A la vuelta, marchó al frente aragonés con otras fuerzas del PSUC. En septiembre partió con la catalana Columna "Libertad" o "López-Tienda" al frente de Talavera. A finales de octubre se desplazó a Albacete para incorporarse al batallón Garibaldi de las Brigadas Internacionales. El grupo de polacos Jaroslav Dombrowski que lucharon en Irún y la centuria de antifascistas franceses Commune de Paris o Centuria "París", dirigida por Jules Dumont, marcharon al frente madrileño junto a la anterior centuria italiana en la misma columna. Existió también un grupo de búlgaros al mando de Todorov Kozovski que combatiró en Guadarrama y otro de húngaros dirigidos por Mihaly Szlavai, denominado Rakozi. Con la división del PSUC Carlos Marx en Aragón, combatió una de las centurias Thaelmann, que había estado en Irún y en Mallorca.

El 14 de agosto, salió de París con destino Barcelona la Columna "París", compuesta por franceses y emigrantes españoles en Francia. El 16 de septiembre se incorporó al frente del Centro y posteriormente se integraría en la Commune de Paris y en las Brigadas Internacionales. Los iberoamericanos que combatieron en el Quinto Regimiento fueron menos del millar y cubanos en su mayoría. De éstos, la mayor parte se incorporó a la Columna "Galán", principalmente en las unidades de el Campesino y en la 101ª Brigada Mixta. Posteriormente no se encuadraron en las Brigadas Internacionales. Para finalizar dos unidades que al parecer no se llegaron a completar: un batallón de Milicias Marroquíes que se afirmó casi completado el 24 de octubre, pero del que no hay constancia documental de que existiera y combatiera como uno más. El otro, un batallón Femenino impulsado por iniciativa de Dolores Ibárruri en los primeros días del conflicto. Algo menos de 500 voluntarias, llegaron a completar varías compañías que posteriormente fueron instruídas, aunque desde mediados de agosto no se le vuelva a mencionar. Pese a esto, es un hecho que el Quinto Regimiento aceptó milicianas en sus diferentes unidades, y no sólo en funciones de retaguardia.

CANCION EL QUINTO REGIMIENTO

Con el quinto, quinto, quinto
con el quinto regimiento.
Madre, yo me voy p' al frente
para las líneas de fuego.

Madre, yo me voy p' al frente
para las líneas de fuego.

Anda jaleo, jaleo
suena una ametralladora
y ya empieza el tiroteo
y ya empieza el tiroteo.

Anda jaleo, jaleo
suena una ametralladora
y ya empieza el tiroteo
y ya empieza el tiroteo.