martes, 3 de septiembre de 2024

PAN Y TOROS


La tauromaquia es una expresión de la cultura tradicional de España y forma parte de nuestro patrimonio cultural inmaterial. Esta tradición hace referencia a las actividades que llevan a cabo los pueblos para celebrar sus festividades y ferias con la presencia de astados. Dichas celebraciones suelen coincidir con las festividades del patrono o patrona de estas localidades.

La historia de la tauromaquia en España se debe a la existencia del toro bravo o toro de la lidia, un ejemplar evolutivo del primitivo urus que encontró su asentamiento en la Península Ibérica.

A pesar de ser una de las tradiciones españolas más polémicas, el toreo tiene una gran trayectoria de reconocimiento mundial.

Origen de la tauromaquia

El origen de la tauromaquia para muchos historiadores se halla en la prehistoria, cuando llegaba la temporada de la caza del urus. Sin embargo, su influencia directa se remonta al Imperio romano y su anfiteatro, en los sangrientos juegos y las crueles batallas en las que se mataban a cientos de animales. De hecho, el origen de lo que en la actualidad se conoce como Coso, Redondel o Plaza de toros está estrechamente vinculado con el Coliseo Romano, debido a la gran similitud de su estructura.

Según cuenta Plinio el Viejo, fue Julio César quien introdujo en los juegos circenses la lucha entre el toro y el matador armado con espada y escudo, aparte de la “corrida” de un toro, en la que el luchador lo derribaba sujetándolo por los cuernos. El famoso líder romano se aficionó tanto al deporte de alancear toros (a caballo) que, al equipamiento habitual, incluyó el uso de la pica para mejorar su práctica.

También se dice que el matador de toros Karpóforo utilizaba una tela roja para que el animal embistiera, y posteriormente lo mataba armado de una espada y un escudo. Estos luchadores eran llamados “bestiari” y solían ser prisioneros, condenados, desertores del ejército o esclavos. El sacrificio de toros también formó parte de los ritos y costumbres que los romanos introdujeron en Hispania.

Otros historiadores, aunque con menor probabilidad, apuntan que la corrida de toros tiene su origen en Grecia y que, de allí, llegó hasta Roma.

Las primeras corridas en España

Las primeras “corridas” en España se celebraron en ocasión de las bodas, según las diferentes fuentes históricas. La corrida de toros más antigua fue en 1080, durante los festejos de la boda del infante Sancho de Estrada, en Ávila. Sin embargo, la intervención del toro en la ceremonia nupcial era más antigua y, por tanto, muy común en la mayor parte de las regiones de España.

El rito taurino nupcial, que es de origen medieval, explica el uso de la capa, de las banderillas y de la muleta, es decir, de los instrumentos que se utilizan para realizar las corridas.

Las corridas de toro en España tuvieron un auge importante en el siglo XVII, época en la que el toreo a caballo se consolidó y las corridas de toros formaban parte de las celebraciones como, bodas, bautizos, victorias en batallas, homenajes fúnebres, entre otras fiestas reales españolas.

Para el siglo XVIII, la nobleza se desvinculó del toreo a caballo debido a la prohibición de Felipe V sobre las “fiestas de los cuernos”. A partir de entonces, los plebeyos hicieron como suyo el toreo a caballo que, con el pasar del tiempo, fue sustituido por el toreo a pie. El mismo adquirió una gran relevancia por las calles y plazas, los lugares de elección para llevar a cabo los festejos taurinos, donde no sólo participaban los nobles caballeros, sino también sus auxiliares.

En esta época comienzan a formarse los primeros toreros profesionales y surgen las primeras técnicas y elementos que consolidan las corridas de toros modernas.

La tradición de las “corridas de los toros” en la actualidad

La temporada de corridas de toros en España comienza en pleno invierno, con la Feria de Valdemorillo, que tiene lugar en la Plaza de Toros Valdemorillo, también llamada Plaza de Toros de la Candelaria. En marzo, se celebran las Ferias de San José en Valencia, mientras que en abril las Ferias de Sevilla. No hay que olvidar los toros en San Isidro, en Madrid.

Desde junio, se celebran otros festejos taurinos como las Fiestas de San Fermín en Pamplona, la Semana Grande de Bilbao, la Feria Taurina de Albacete y la Feria del Pilar que tiene lugar en Zaragoza.

El futuro de la tauromaquia

A pesar de las polémicas y controversias, la tauromaquia sigue siendo una de las tradiciones más emblemáticas de la cultura española, con un gran número de seguidores y aficionados en todo el mundo. Las corridas de toros siguen celebrándose en las principales plazas de España, atrayendo a turistas y aficionados de todas partes.

El futuro de la tauromaquia es incierto, con un panorama marcado por la polarización y el debate constante sobre su ética y su relevancia en la sociedad actual. Sin embargo, la tauromaquia sigue siendo un símbolo de la identidad cultural española, un arte que combina la pasión, el valor y la tradición en un espectáculo único y emotivo...aunque para muchos sea una salvajada

lunes, 24 de junio de 2024

EL INFIERNO EN LA TIERRA "YEMEN"


¿Qué está pasando en Yemen con las mujeres? Para poder entenderlo mejor te contamos cuál es la situación actual de mujeres y niñas en ese país.

“Dios mío, estoy rota por dentro. No es normal, no me siento como un ser humano. No puedo respirar bien como otros seres humanos. Sufrimos el uso forzoso del niqab, el matrimonio precoz, la vergüenza del divorcio, la violencia intrafamiliar y los homicidios por motivos de honor. No sé [...] es como si fuéramos seres extraños. [Los varones de la familia] tienen que oprimirnos, y nosotras tenemos que aguantar la opresión, como marionetas“.

Esto es lo que una mujer yemení  dijo por teléfono; su voz temblorosa reflejaba la tristeza, el dolor y el miedo que las mujeres sufren a diario en Yemen. Durante los últimos tres meses, como miembro del equipo de Yemen de Amnistía Internacional, he estado hablando en Yemen, desde Marib, Taiz y Saná, sobre los tipos de violencia que sufren las mujeres mientras experimentan un aumento de sus responsabilidades y la evolución de sus roles de género.

Mujeres en Yemen: ¿Qué roles y responsabilidades tienen?
Esos roles y responsabilidades crecientes han resultado ser un arma de doble filo. Aunque el cambio de los roles de género puede dar la oportunidad de aliviar la situación de las mujeres cuando éstas cuentan con las capacidades adecuadas, las mujeres, a consecuencia de esta transición, se han convertido en objeto de una violencia adicional. La literatura ha demostrado que, en las sociedades con normas rígidas de género, los hombres se sienten castrados y amenazados cuando se vive un cambio de los roles de género, y eso puede dar lugar a un aumento de la violencia de género en la pareja.

En Yemen, un país que durante 13 años consecutivos ha ocupado el último lugar en el índice de disparidad entre los géneros del Foro Económico Mundial, las mujeres han sufrido una desigualdad de género profundamente arraigada, que tiene su origen en una sociedad patriarcal con unos rígidos roles de género.

Aunque el conflicto de Yemen ha tenido un impacto terrible en toda la población civil en general, las mujeres y las niñas se han visto afectadas de forma desproporcionada. La vulnerabilidad de las mujeres frente a la violencia se ha visto agravada por los estereotipo de género negativos y las actitudes patriarcales, un sistema de justicia discriminatorio y una desigualdad económica.

¿Los problemas en Yemen afectan a las mujeres?
La guerra ha obligado a la población del país a luchar contra una crisis económica atroz, unas infraestructuras dañadas y unos servicios colapsados. Pero, además, las mujeres han tenido que hacer frente a una movilidad limitada causada por las normas de género culturales. Asimismo, puesto que ellas son las responsables de proporcionar comida y atención en sus hogares, han tenido que luchar con el problema del acceso escaso o inexistente a alimentos, agua, saneamiento y servicios de atención a la salud, una situación que se ha deteriorado imparablemente a medida que se prolonga el conflicto.

Además de los problemas económicos y sociales, las mujeres con las que hablé me describieron una amplia serie de preocupaciones relativas a la seguridad, algunas de las cuales constituían violaciones graves de derechos humanos: ataques en puestos de control si no iban acompañadas por un familiar varón y ataques durante protestas (acoso, detención arbitraria y tortura y otros malos tratos a manos de las fuerzas de seguridad), así como un aumento de la violencia intrafamiliar.

Otra mujer  contó: “Viajaba con tres niños cuando las fuerzas huzíes nos dieron el alto en un puesto de control. Nos tuvieron allí, sin comida ni agua, con un calor espantoso. Les suplicamos que nos dejaran pasar, pero se negaron. Nos insultaron y nos amenazaron con violarnos. Nos entró el pánico y nos echamos a llorar [...] Cuando terminaron con nosotras, nos dejaron en la calle de noche en una zona solitaria y aislada [...] Teníamos miedo, y los niños estaban aterrados”.

“Nos insultaron y nos amenazaron con violarnos. Nos entró el pánico y nos echamos a llorar [...] Cuando terminaron con nosotras, nos dejaron en la calle de noche en una zona solitaria y aislada [...] Teníamos miedo, y los niños estaban aterrados”.”

El rol del hombre en Yemen como "protector" de la mujer
Según los roles de género prevalecientes, a los hombres se les reconoce como los “protectores” de las mujeres y las familias; si no hay un familiar varón presente, las mujeres están más expuestas a sufrir violencia sexual y física.

En este contexto, una mujer que no vaya acompañada corre un mayor peligro de sufrir violencia en los puestos de control. Una de las tácticas utilizadas por las autoridades huzíes de facto en los puestos de control incluye afeitar a las mujeres la cabeza, especialmente a las recién casadas que viajan de una gobernación a otra para reunirse con sus esposos...

miércoles, 5 de junio de 2024

DIOS Y EL PROBLEMA DEL MAL


La existencia del mal en la historia humana ha sido siempre una de las causas de crisis en nuestra convivencia y de nuestra manera de relacionarnos con nuestro entorno natural. Muchas interpretaciones han surgido en busca de una respuesta más o menos consensuada de cuál ha de ser la causa del mal, y cuál debe ser nuestro comportamiento ante la realidad del mal. ¿Es el mal algo que Dios permite? ¿Tenemos nosotros responsabilidad moral frente al mal? ¿Es el mal una realidad determinada por el destino, o por fuerza sobrenatural que nosotros no podemos controlar o cambiar? 

Estas y otras preguntas se levantan en nuestra mente cuando se trata de lidiar con este tema. El abordaje de este asunto no deja de tener sus complejidades, en tanto nos cruzamos en el camino con varias vertientes interpretativas, que buscan un soporte metafísico y teológico para explicar el mal y formular respuestas que no dejarán de ser provisorias.

El encuentro con el mal es una experiencia humana universal insoslayable. Desde muy antiguo se ha buscado dilucidar el tema. Epicuro (341-271 a.C) fue el primer escritor que expresó el problema del mal en forma de un dilema. El dirá: “O Dios quiere quitar el mal del mundo, pero no puede. O puede pero no quiere quitarlo. O no puede ni quiere. O puede y quiere. Si quiere y no puede, es impotente. Si puede y no quiere, no nos ama. Si no quiere ni puede, no es el Dios bueno, y además es impotente. Si puede y quiere –y esto es lo único que como Dios le cuadra-, ¿de dónde viene entonces el mal real y por qué no lo elimina?

El planteamiento de Epicuro es genial, resulta ser un alegato supremo contra Dios, es el descrédito de la idea de Dios. Este juicio contra Dios nos hace recordar el episodio bíblico en el que tanto Job como sus amigos, llevan a Dios al tribunal para cuestionar sus acciones y el sentido de su justicia. La teología de Job y su argumento pone en evidencia el escepticismo imperante. El mal es la piedra dura del ateísmo, es como una roca en la que se estrella y naufraga la teodicea. La genial síntesis de Epicuro no ha tenido que cambiar ni ha perdido fuerza con el tiempo, hoy aflora con nuevos matices...