La tauromaquia es una expresión de la cultura tradicional de España y forma parte de nuestro patrimonio cultural inmaterial. Esta tradición hace referencia a las actividades que llevan a cabo los pueblos para celebrar sus festividades y ferias con la presencia de astados. Dichas celebraciones suelen coincidir con las festividades del patrono o patrona de estas localidades.
La historia de la tauromaquia en España se debe a la existencia del toro bravo o toro de la lidia, un ejemplar evolutivo del primitivo urus que encontró su asentamiento en la Península Ibérica.
A pesar de ser una de las tradiciones españolas más polémicas, el toreo tiene una gran trayectoria de reconocimiento mundial.
Origen de la tauromaquia
El origen de la tauromaquia para muchos historiadores se halla en la prehistoria, cuando llegaba la temporada de la caza del urus. Sin embargo, su influencia directa se remonta al Imperio romano y su anfiteatro, en los sangrientos juegos y las crueles batallas en las que se mataban a cientos de animales. De hecho, el origen de lo que en la actualidad se conoce como Coso, Redondel o Plaza de toros está estrechamente vinculado con el Coliseo Romano, debido a la gran similitud de su estructura.
Según cuenta Plinio el Viejo, fue Julio César quien introdujo en los juegos circenses la lucha entre el toro y el matador armado con espada y escudo, aparte de la “corrida” de un toro, en la que el luchador lo derribaba sujetándolo por los cuernos. El famoso líder romano se aficionó tanto al deporte de alancear toros (a caballo) que, al equipamiento habitual, incluyó el uso de la pica para mejorar su práctica.
También se dice que el matador de toros Karpóforo utilizaba una tela roja para que el animal embistiera, y posteriormente lo mataba armado de una espada y un escudo. Estos luchadores eran llamados “bestiari” y solían ser prisioneros, condenados, desertores del ejército o esclavos. El sacrificio de toros también formó parte de los ritos y costumbres que los romanos introdujeron en Hispania.
Otros historiadores, aunque con menor probabilidad, apuntan que la corrida de toros tiene su origen en Grecia y que, de allí, llegó hasta Roma.
Las primeras corridas en España
Las primeras “corridas” en España se celebraron en ocasión de las bodas, según las diferentes fuentes históricas. La corrida de toros más antigua fue en 1080, durante los festejos de la boda del infante Sancho de Estrada, en Ávila. Sin embargo, la intervención del toro en la ceremonia nupcial era más antigua y, por tanto, muy común en la mayor parte de las regiones de España.
El rito taurino nupcial, que es de origen medieval, explica el uso de la capa, de las banderillas y de la muleta, es decir, de los instrumentos que se utilizan para realizar las corridas.
Las corridas de toro en España tuvieron un auge importante en el siglo XVII, época en la que el toreo a caballo se consolidó y las corridas de toros formaban parte de las celebraciones como, bodas, bautizos, victorias en batallas, homenajes fúnebres, entre otras fiestas reales españolas.
Para el siglo XVIII, la nobleza se desvinculó del toreo a caballo debido a la prohibición de Felipe V sobre las “fiestas de los cuernos”. A partir de entonces, los plebeyos hicieron como suyo el toreo a caballo que, con el pasar del tiempo, fue sustituido por el toreo a pie. El mismo adquirió una gran relevancia por las calles y plazas, los lugares de elección para llevar a cabo los festejos taurinos, donde no sólo participaban los nobles caballeros, sino también sus auxiliares.
En esta época comienzan a formarse los primeros toreros profesionales y surgen las primeras técnicas y elementos que consolidan las corridas de toros modernas.
La tradición de las “corridas de los toros” en la actualidad
La temporada de corridas de toros en España comienza en pleno invierno, con la Feria de Valdemorillo, que tiene lugar en la Plaza de Toros Valdemorillo, también llamada Plaza de Toros de la Candelaria. En marzo, se celebran las Ferias de San José en Valencia, mientras que en abril las Ferias de Sevilla. No hay que olvidar los toros en San Isidro, en Madrid.
Desde junio, se celebran otros festejos taurinos como las Fiestas de San Fermín en Pamplona, la Semana Grande de Bilbao, la Feria Taurina de Albacete y la Feria del Pilar que tiene lugar en Zaragoza.
El futuro de la tauromaquia
A pesar de las polémicas y controversias, la tauromaquia sigue siendo una de las tradiciones más emblemáticas de la cultura española, con un gran número de seguidores y aficionados en todo el mundo. Las corridas de toros siguen celebrándose en las principales plazas de España, atrayendo a turistas y aficionados de todas partes.
El futuro de la tauromaquia es incierto, con un panorama marcado por la polarización y el debate constante sobre su ética y su relevancia en la sociedad actual. Sin embargo, la tauromaquia sigue siendo un símbolo de la identidad cultural española, un arte que combina la pasión, el valor y la tradición en un espectáculo único y emotivo...aunque para muchos sea una salvajada